Conmovedores testimonios de Nicolás Waispek y Jonathan Maier, en el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos.

Nicolás Waispek se enfermó a los 7 años como consecuencia del consumo de alimentos en mal estado. Estuvo 20 días internado en coma sin saber qué tenía y después de dos años tuvo su primer trasplante, que no funcionó, por lo que esa misma semana tuvo que trasplantarse dos veces más.

En esa época era chico y lo discriminaban. Tenía el calcio muy bajo y se fracturó varias veces. Después de eso su tío materno le donó un riñón, con el cual contó durante 18 años hasta que le dejó de funcionar.

“Ahí apareció la posibilidad de recibir una donación de mi tía política. Se iniciaron los trámites legales por no ser familiar directo, hasta que el Juez lo autorizó y pudimos comenzar con los análisis de compatibilidad. Viajamos a Buenos Aires 9 veces y dio compatible. El 27 de julio me operaba y el 22 me llamaron para decirme que en el último estudio había salido que mi tía tenía un quiste en el páncreas y todo volvió para atrás” explicó Nico.

“Luego apareció Jony, que siempre estuvo en realidad, y me dijo ‘tengo que ser yo’. Hicimos todo de vuelta. Él tuvo que demostrar que realmente lo quería hacer de corazón, por propia voluntad. La operación fue espectacular: a las tres semanas estaba en Suárez, solo pasé 5 días internado, sin ninguna complicación. Hoy estoy muy bien”, expresó Nicolás, quien se hallaba sentado al lado de su fiel amigo Jonathan.

Por su parte, Jonathan contó que desde los 11 años era su sueño donarle un órgano a su amigo y agregó que “cuando tuvo el trasplante de su tío sabíamos que no iba a durar toda la vida y yo ya le había manifestado que para mí era un sueño ser su donante en el futuro. Después, cuando nos enteramos del problema de su tía en el páncreas, yo había acompañado y había donado plaquetas para el trasplante.

Justamente terminaron siendo para mi propio trasplante esas plaquetas. Cuando pasó lo de la tía le dije que lo hagamos, que era el momento y que iba a ser yo el donante”.

“Hoy acá estamos contando la experiencia hermosa que nos tocó vivir y en el marco del Día del Donante quiero concientizar a toda la gente. La amistad no es sólo decir vos sos mi amigo, la amistad es brindar todo a un amigo, el amor incondicional a una persona es estar en las buenas y en las malas. Cuando ves a un amigo en proceso de diálisis es muy fácil tomar la decisión que tomé yo. Y hoy me siento muy feliz de ver cómo a mi amigo le ha cambiado la vida con este trasplante. Ojalá que partir de ahora haya muchas historias como estas”.

Finalmente, Jonathan expresó que es importante generar conciencia a través de las escuelas para que los chicos sepan lo que es la donación de órganos, salvar vidas, y concluyó: “créanme que se siente muy bien una persona cuando hace un acto de bien a otra. Estamos a disposición de las escuelas para hacer charlas, estamos encantados de que esto se sepa y que a partir de ahora empecemos a cambiar como sociedad”.