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18/08/2017 • HISTORIA
167 años de la muerte del General José de San Martín.
“Es el ejemplo máximo que tenemos” dijo la Profesora de Historia Gladys Meyer. La docente fue entrevistada por La Nueva Radio Suárez para profundizar sobre la figura del Gran Libertador.
El jueves se produjo un nuevo aniversario del pase a la inmortalidad del Padre de la Patria, el General José de San Martín. La oportunidad fue apropiada para conversar con la Profesora de Historia Gladys Meyer para poner en valor una fecha tan importante, cuando se cumplieron este año, en febrero pasado, 200 años del cruce de los Andes.
“En lo personal creo que es el Padre de la Patria por lo que hizo por nuestra independencia, no solamente liberta a nuestro territorio, sino también a Chile y el Alto Perú. Creo que es el ejemplo máximo que tenemos, por eso se le da esta denominación. Tal vez, en su momento, cuando todavía no se sabía bien la historia de nuestro país, Belgrano no había sido lo suficientemente estudiado para ponerlo en el mismo nivel. Son situaciones diferentes: uno lucha por defender la frontera y se queda, y el otro lucha por defender la frontera y avanza. Para los argentinos creo que siempre hay dos figuras centrales: San Martín y Belgrano. Ambos se merecen estar en lo más alto de la referencia histórica”.
En otra parte de la entrevista la Profesora Gladys Meyer consideró que “desde 1812, hasta prácticamente 1822, San Martín ha tenido un poder impresionante en lo que se refiere a América Latina:
Comandante del Regimiento de Granaderos, General en Jefe del Ejército del Norte, Gobernador de Cuyo, General en Jefe del Ejército de los Andes, Comandante en Jefe del Ejército de Chile, Comandante en Jefe del Ejército de Perú y Protector del Perú. Sin embargo, con todo el poder que tuvo, renunció y se retiró. Eso lo marcó mucho porque tuvo el poder de América en sus manos y sin embargo no se envileció, no tuvo esa cuota de ambición y dejó todo para estar con su hija y tener la vida que tal vez nunca pudo haber tenido de otra manera. Creo que eso es un acto de amor, de coraje y de hidalguía de un hombre de bien”.
Sobre la gesta del cruce de los Andes recordó que “él se prepara en la Escuela Militar en España, pero es un hombre muy audaz, es de escuchar y leer. Era un protector total de las bibliotecas. Él cruzó los Andes llevando libros. Decía San Martín que las bibliotecas destinadas a la educación universal son mucho más poderosas que un ejército, tenía y tiene razón. Porque el que lee, el que sabe, va a ser difícil que se lo engañe”.
“San Martín pensaba que leyendo, instruyéndose, iba a poder lograr su objetivo. Fue un hombre muy preparado y sabía la estrategia militar de los grandes pueblos de Europa. Creo que la labor más inteligente de él se puede ver siendo gobernador intendente de Cuyo. Poca gente habla de esto. A mis alumnos les hago cerrar los ojos y que traten de imaginarse 10 mil mulas juntas, a ver si alcanzan a visualizar la grandeza de esta campaña. Porque reunir esa cantidad, en esa época, sin Internet, whatsapp, era terriblemente grande esto que hizo. Necesitaba las mulas para cruzar. Y además tenía hombres de mucha confianza, como Álvarez Condarco, como un tal Martínez, que prácticamente pasa inadvertido en la historia y era uno de sus principales espías de los españoles en la zona de Cuyo. Él supo elegir gente clave para que lo tuviera informado. Es cierto que sus planes no lo sabía ni su almohada, por lo que si tenía un espía no lo sabía nada más que él”.
¿Por qué se va del país? La respuesta de la docente consultada: “por cuestiones políticas. No está dispuesto a manchar su nombre con derramamiento de sangre de hermanos. Si volvía tenía que ponerse del lado de alguna de las dos facciones, unitarios o federales. San Martín dijo que su sable jamás saldría de la vaina para derramar la sangre de ningún hermano. Si lo hubiésemos hecho caso no hubiéramos vivido situaciones de enfrentamiento en distintas etapas de la República Argentina”.
¿Es una figura viva, en cuanto al desafío de seguir aprendiendo de sus enseñanzas? La respuesta de la Profesora Gladys Meyer es “creo que sí. No solamente en lo que le dejó a su hija, sino toda su historia.
Yo leía la historia de San Martín escrita por Bartolomé Mitre. Y muchos de los historiadores que se rasgan las vestiduras criticándolo tuvieron que leer a Mitre sí o sí. Mitre escribió las dos biografías más importantes de nuestra historia: la de San Martín y la de Belgrano, podrá tener sus errores, pero es la base de lo que van a escribir otros, después de muchos años”.
Agrega la Profesora que “tuve la suerte de estar en Perú, con colegas investigadores de historia, y si hay una admiración de un pueblo latinoamericano hacia las bondades de la historia de San Martín es Perú.
He quedado asombrada y emocionada de las cosas que sabe cualquier peruano sobre San Martín. Conocen a Isidoro Suárez, saben de la Batalla de Junín. Y yo quisiera saber cuántos suarenses saben sobre la historia de Isidoro Suárez. El pueblo peruano admira a San Martín, es su libertador, y admiran su renuncia política, como Protector del Perú. Dijo ‘los pueblos deben gobernarse por sí mismos’, renunciando al cargo que le ofrecían”.
“En lo personal creo que es el Padre de la Patria por lo que hizo por nuestra independencia, no solamente liberta a nuestro territorio, sino también a Chile y el Alto Perú. Creo que es el ejemplo máximo que tenemos, por eso se le da esta denominación. Tal vez, en su momento, cuando todavía no se sabía bien la historia de nuestro país, Belgrano no había sido lo suficientemente estudiado para ponerlo en el mismo nivel. Son situaciones diferentes: uno lucha por defender la frontera y se queda, y el otro lucha por defender la frontera y avanza. Para los argentinos creo que siempre hay dos figuras centrales: San Martín y Belgrano. Ambos se merecen estar en lo más alto de la referencia histórica”.
En otra parte de la entrevista la Profesora Gladys Meyer consideró que “desde 1812, hasta prácticamente 1822, San Martín ha tenido un poder impresionante en lo que se refiere a América Latina:
Comandante del Regimiento de Granaderos, General en Jefe del Ejército del Norte, Gobernador de Cuyo, General en Jefe del Ejército de los Andes, Comandante en Jefe del Ejército de Chile, Comandante en Jefe del Ejército de Perú y Protector del Perú. Sin embargo, con todo el poder que tuvo, renunció y se retiró. Eso lo marcó mucho porque tuvo el poder de América en sus manos y sin embargo no se envileció, no tuvo esa cuota de ambición y dejó todo para estar con su hija y tener la vida que tal vez nunca pudo haber tenido de otra manera. Creo que eso es un acto de amor, de coraje y de hidalguía de un hombre de bien”.
Sobre la gesta del cruce de los Andes recordó que “él se prepara en la Escuela Militar en España, pero es un hombre muy audaz, es de escuchar y leer. Era un protector total de las bibliotecas. Él cruzó los Andes llevando libros. Decía San Martín que las bibliotecas destinadas a la educación universal son mucho más poderosas que un ejército, tenía y tiene razón. Porque el que lee, el que sabe, va a ser difícil que se lo engañe”.
“San Martín pensaba que leyendo, instruyéndose, iba a poder lograr su objetivo. Fue un hombre muy preparado y sabía la estrategia militar de los grandes pueblos de Europa. Creo que la labor más inteligente de él se puede ver siendo gobernador intendente de Cuyo. Poca gente habla de esto. A mis alumnos les hago cerrar los ojos y que traten de imaginarse 10 mil mulas juntas, a ver si alcanzan a visualizar la grandeza de esta campaña. Porque reunir esa cantidad, en esa época, sin Internet, whatsapp, era terriblemente grande esto que hizo. Necesitaba las mulas para cruzar. Y además tenía hombres de mucha confianza, como Álvarez Condarco, como un tal Martínez, que prácticamente pasa inadvertido en la historia y era uno de sus principales espías de los españoles en la zona de Cuyo. Él supo elegir gente clave para que lo tuviera informado. Es cierto que sus planes no lo sabía ni su almohada, por lo que si tenía un espía no lo sabía nada más que él”.
¿Por qué se va del país? La respuesta de la docente consultada: “por cuestiones políticas. No está dispuesto a manchar su nombre con derramamiento de sangre de hermanos. Si volvía tenía que ponerse del lado de alguna de las dos facciones, unitarios o federales. San Martín dijo que su sable jamás saldría de la vaina para derramar la sangre de ningún hermano. Si lo hubiésemos hecho caso no hubiéramos vivido situaciones de enfrentamiento en distintas etapas de la República Argentina”.
¿Es una figura viva, en cuanto al desafío de seguir aprendiendo de sus enseñanzas? La respuesta de la Profesora Gladys Meyer es “creo que sí. No solamente en lo que le dejó a su hija, sino toda su historia.
Yo leía la historia de San Martín escrita por Bartolomé Mitre. Y muchos de los historiadores que se rasgan las vestiduras criticándolo tuvieron que leer a Mitre sí o sí. Mitre escribió las dos biografías más importantes de nuestra historia: la de San Martín y la de Belgrano, podrá tener sus errores, pero es la base de lo que van a escribir otros, después de muchos años”.
Agrega la Profesora que “tuve la suerte de estar en Perú, con colegas investigadores de historia, y si hay una admiración de un pueblo latinoamericano hacia las bondades de la historia de San Martín es Perú.
He quedado asombrada y emocionada de las cosas que sabe cualquier peruano sobre San Martín. Conocen a Isidoro Suárez, saben de la Batalla de Junín. Y yo quisiera saber cuántos suarenses saben sobre la historia de Isidoro Suárez. El pueblo peruano admira a San Martín, es su libertador, y admiran su renuncia política, como Protector del Perú. Dijo ‘los pueblos deben gobernarse por sí mismos’, renunciando al cargo que le ofrecían”.
