16/06/2018CULTURA

El escritor Patricio Chaija visitó Coronel Suárez.

Chaija brindó una charla en el Instituto de Formación Docente Nº 160 destinada al público en general y a estudiantes de Bibliotecología y de Lengua y Literatura del nivel superior. Luego, fue agasajado con una cena en las instalaciones de la Biblioteca Popular Sarmiento.

“La charla se dio como una conversación en la que fueron surgiendo temas tales como: desde dónde surge la inspiración hasta cómo se publica un libro. Al respecto les comentaba que es dificilísimo, sobre todo el primero, porque cuando uno ya es conocido es más fácil acceder a ciertos canales de publicación”.

El escritor nació en Paraguay en 1982, vivió desde pequeño en Tornquist y ahora lo hace en la ciudad de Bahía Blanca, donde además de escribir trabaja como docente en escuelas medias. Escribe literatura de terror, suspenso y fantasía, y en todos sus relatos está presente lo sobrenatural, de manera más o menos explícita.

Escribió varias novelas y cuentos: El cazador de mariposas; El libro de Fede; Pili; Nuestra señora de Hiroshima; La oscuridad que cayó sobre Tornquist; Los señores de Xibalbá; Los familiares; El pueblo de los ritos macabros, entre otros.

En relación al encuentro que se llevó a cabo en el Instituto Nº 160, Chaija agregó que “hubo lectura, una de las estudiantes leyó uno de mis cuentos y luego se le propuso a la gente continuar el relato.

Finalmente, la estudiante leyó el final y vimos quién se acercaba más y muchos hicieron aportes muy interesantes que tendré en cuenta”.

“Hubo mucha participación y eso es lo mejor porque habla de que el público está enganchado y eso me hizo sentir bien. Luego leí el cuento ‘Foto de Perfil’, el más breve de mi último libro, Siniestro”, expresó Chaija.

En relación a cómo se dio su contacto con la literatura de terror y suspenso, el escritor sostuvo que “a los doce me gustaban las portadas de los libros de terror. Una mano cortada escarbando sobre la tierra me generaba la curiosidad de saber qué había ahí y de conocer esa historia. Leo de todo, pero al momento de escribir me gusta coquetear con lo oscuro. Hay un placer masoquista en el miedo. Pero solo me gusta experimentarlo en el mundo de la ficción, no se trata de ir a 200 km. en un auto”.

Y concluyó que “las historias surgen a partir de personas que conozco, mis alumnos me inspiran muchas historias, por ejemplo, cuando una alumna se producía heridas a sí misma, se cortaba. Hay diálogos que se abren y me inspiran al momento de escribir”.