12/11/2019TRADICIONES

La historia de una delicia gastronómica que nació camino a Rusia, con el ánimo de celebrar la Navidad con lo que se tenía a la mano.

Quien estuvo encargado de recordar la historia de cómo nació el füllsen fue Hugo Schwab.

“Es algo que data de aproximadamente 258 años. Se elaboró por primera vez en ese duro camino desde el sur de Alemania, antigua Germania, hacia las orillas del Río Volga, en Rusia. Llegando a territorio ruso, en una víspera de Navidad, se habían quedado sin nada para los niños. Sin dulces, sin ninguna comida especial. Lo único que hicieron fue tomar ese pan duro por el frío de las estepas rusas, el que hacían en sus hornillos, mezclarlo con lecha de las cabras que llevaban, con los huevos de las gallinas que llevaban en esa travesía y azúcar de remolacha, con eso inventaron esta comida. De la necesidad hicieron un revoltijo de todo eso. Así salió el primer füllsen. Desde ahí en adelante se vino elaborando con distintas recetas y cambios de lo que fue la época. Eso es bien Volga, bien de los alemanes del Volga”.

Con los años se fueron agregando varias versiones.

“La original era una –la que se hizo esa primera vez- y de ahí más azúcar, menos azúcar, con pasas, manzanas, mucha crema, puede ser con banana o con manzanas. Pero la receta que se usa es, sobre todo, pan oreado, duro, y el resto de los elementos según el gusto de cada familia”.