15/11/2018SALUD

Semana del Prematuro. “Es muy emocionante ver después, crecidos, a los niños que han pasado por la Neo”.

Las Licenciadas Leticia Rekofsky, enfermera del Servicio de Neonatología, y Mónica Morales, Jefa de Enfermeras del Servicio Regional de Neonatología, hablaron con La Nueva Radio sobre el trabajo que realizan diariamente en la atención de los bebés que están bajo sus cuidados.

“Somos parte del equipo, somos las que teóricamente estamos en el 80% de las acciones de cuidado que prestamos al recién nacido prematuro, y en todo lo que es el trabajo de enfermería”, dijo Mónica Morales en el principio de la entrevista.

Recordó que este año se pone énfasis en el tercero de los derechos, que establece que “al bebé se lo debe individualizar, aplicándole cuidados de calidad, protegiendo su neurodesarrollo. Su neurodesarrollo es lo que lo va a marcar a lo largo de toda su vida. Por eso nosotros estamos muy centrados en esos cuidados. De hecho, cuando se pensó en esta Neonatología, desde la parte arquitectónica, se pensó en todo esto. Por ejemplo, las paredes son de 45 cms. de ancho, con doble capa de aislación, para que no se escuchen los ruidos de afuera; los vidrios son dobles, con una cámara de aire. El ruido es uno de los estímulos que más afecta el neurodesarrollo. Pensemos que estamos trabajando para una vida futura. Hay ruidos que son propios de la Neo como, por ejemplo, bajamos los decibles de alarmas de toda la aparatología. Hay recomendaciones especiales para esto, que indican que durante el día tiene que haber 45 decibeles y durante la noche 35 decibeles”.

Agrega a estas consideraciones Leticia Rekofsky que “nosotros también tenemos que controlar el volumen de nuestra voz. De no acercarnos al bebé hablando fuerte. Lo que ayuda también en este derecho y al neurodesarrollo es la participación de los padres, el vínculo que generan con los padres, que también los va marcando el resto de su vida”.

¿Qué le dicen a un padre que está asustado porque ese hijo suyo que esperaba tener en brazos esta mediado por aparatología, sondas, que le controlan su vivir? Responde Leticia que “lo que vemos que genera al principio es miedo. Miedo a tocarlo, a hablarle, hacerle mal. Les genera mucho miedo. Por eso los invitamos a ayudarnos en el cuidado de su hijo. Les pueden hablar, ellos lo reconocen, porque conocen su voz desde la panza. Ahora también lo que estamos implementando es el contacto piel a piel, que los tengan en brazos lo más pronto posible. Antes tal vez no se hacía tanto. Ahora se hace de acuerdo a la individualidad y a la situación de cada prematuro”.

Mónica Morales comenta que también es importante el control de la luz: “también tenemos que cuidar el uso de la luz. Por eso les colocamos arriba de las incubadoras una manta para disminuir la luz. Las luces están individualizadas, es decir, se puede bajar la intensidad de manera individual y se intensifica con el bebé que se está trabajando”.

Hace hincapié en la importancia de la capacitación: “en el mes de octubre vino una enfermera intensivista del Hospital Garrahan, para poder trabajar estas cuestiones y comparar lo que estamos haciendo nosotros con respecto a los grandes centros. Gracias a Dios no diferimos mucho en los cuidados que se practican en otros centros de alta complejidad con el nuestro. Tenemos que acomodar cosas, pero no hay gran diferencia. Otra cosa que quería comentar es que hay cinco chicas que están yendo a una capacitación a Bahía Blanca. Se trata de una especialización en Neonatología, con una certificación superior en esta área. Nuestras enfermeras están siendo protagonistas en cada procedimiento nuevo que ellos vayan a explicar. Se lo hacen hacer a nuestras enfermeras. Intensificaron sus conocimientos con cosas ya sabidas. Yo, por ser Jefa del Servicio, estoy muy orgullosa de lo que les está pasando. Este reconocimiento que les hacen las enfermeras de Bahía Blanca a nuestras enfermeras es el resultado del trabajo de muchos años”.

Consultadas ambas sobre lo que les pasa por el corazón al ver a los niños egresados de la Neo, ya crecidos, responden que “la sorpresa muchas veces es muy linda. Ver todo el tiempo que viven aquí dentro los padres con sus hijos, las angustias que viven, las tristezas, muchas veces el momento del peso cuando están en pre-alta, esperando irse, y esos gramitos que parece no son nada y que en realidad son mucho, y luego verlos, personalmente o en las redes sociales, es muy lindo para nosotros. También el reconocimiento de los padres, que tengan un buen recuerdo de la Neo. En estos días vinieron a saludarnos unos padres que estuvieron con sus bebés por aquí, resulta muy emocionante, son gratas sorpresas”.

Agregan que “cuando propiciamos encuentros como el de esta semana, con bebés y padres egresados de la Neo, no es solamente para nosotros, como enfermeras, sino la posibilidad del encuentro entre los padres. Empiezan a compartir entre ellos recuerdos y las actuales experiencias que han tenido con sus hijos. El martes, en el encuentro con los padres y sus hijos, en un momento estaban arriba de una colchoneta diez chiquitos y todos más o menos de la misma edad. Fue muy emocionante verlos. Es espectacular cuando estas cosas pasan”.