13/06/2021SALUD

La importancia de la ESI para detectar abusos sexuales en la infancia y la adolescencia

Ana Garippe es licenciada en Psicología y en esta oportunidad ahondó en la importancia de los comportamientos de autoprotección y en si llegamos a comprender por qué son tan relevantes y hasta dónde llegan.

Planteó que, para ello, es necesario pensar, primero, qué es el cuerpo, si sólo es un cuerpo biológico o físico: “El cuerpo se construye con significados y todos tenemos vivencias distintas sobre el cuerpo, y esto tiene que ver con lo que hemos recibido, sobre todo, en la infancia, como las miradas, los significados, la valoración y los contactos que hemos tenido en la primera infancia, con las personas más próximas” relató Garippe, quien apuntó a que “habrá quienes vivenciaron caricias, besos, abrazos, como algo amoroso y frecuente; otros, a lo que esto le resultara algo difícil de afrontar porque no fueron tan frecuentes y también habrá quienes habrán tenido un contacto que los confundió y que han sentido como inapropiado”.

A partir de ello, pensando en la construcción del cuerpo con los significados que nos van dando sobre él desde que somos niños, aparece la importancia de pensar a la escuela como un lugar donde estos sentidos pueden reforzarse y profundizarse, o ponerse en cuestión y ser transformados: “Habilitar los espacios de la escuela para ver qué podemos analizar sobre lo que sentimos sobre el cuerpo”. 

Agregó a ello la posibilidad de que los chicos puedan expresarse respecto de qué piensan sobre el cuerpo, así como lo que han vivenciado sobre él, ya que “el objetivo es que el cuerpo y la sexualidad puedan ser pensados como un lugar de placer, como un espacio de afectividad, de encuentro con el otro y, sobre todo, de cuidado”. 

En consecuencia, las propuestas y aprendizajes de la Educación Sexual Integral (ESI) vinculados a la autoprotección “tienen que ver con la prevención de algunas situaciones que van en contra de la salud del cuerpo y de la mente, como el abuso sexual o el maltrato” explicó Garippe, quien explicó que la ESI apunta a que los chicos puedan reconocer esas situaciones y que puedan decir que no frente a ellas, así como reconocer quiénes son los adultos confiables, los referentes a los que les pueden pedir ayuda. 

De ese modo, profundizó sobre qué significan los comportamientos de autoprotección: “Para que una persona pueda cuidarse a sí misma, necesita primero conocer su cuerpo, saber cómo se nombra cada parte de su cuerpo y reflexionar sobre la importancia de la privacidad, la propia y la del otro” relató la Licenciada en Psicología, que agregó la identificación del contacto, entre los que pueden diferenciarse los del tipo contenedores y los que no lo son: “Es importante que los chicos puedan conocer su cuerpo, el del otro, y cuáles son estos contactos apropiados o inapropiados” enfatizó. 

Pese a lo antedicho, la profesional resaltó que, muchas veces, las situaciones abusivas se dan en el seno intrafamiliar o del entorno más cercano: “Cuando hablamos de abuso sexual muchas personas piensan que la mayor parte suceden con ataques que ocurren en la calle o con un desconocido, pero los números no muestran eso” comenzó Ana Garippe, y retomó un informe de Unicef del 2019 para profundizar que, “del total de personas que han denunciado abuso sexual, entre el 60 y el 65% tienen menos de 18 años, y de ese total de niños, niñas o adolescentes, el 80% ocurrió en el núcleo cercano”. 

Sobre eso, remarcó la importancia de “desmitificar la idea del ataque por un extraño, para poder pensar en los vínculos familiares” y contó que el Observatorio de ESI, que es un espacio que recaba y analiza estos datos, “ha podido encontrar que casi el 80% de las denuncias de abuso de niños, niñas y adolescentes han sido en la escuela, a partir de poder hablar de esto en clase”.

En consecuencia, se refleja la importancia de poder poner en palabras y clarificar cuáles son las conductas apropiadas y cuáles inapropiadas, punto que es disparador esencial del abordaje urgente de la ESI.

“Muchas veces, hay muchos trabajos sobre los secretos” explicó, por otro lado, la Licenciada en Psicología, que profundizó que en Jardín y Primaria se trabajan mucho los buenos secretos y los malos secretos, “con el sentido de las fases que suele tener la captación por parte de un abusador, porque lo primero que suele suceder es que, como el abusador es de confianza del niño, se establece un vínculo de preferencia en el que se da confianza”.

En esa línea, si el niño no devela ese tipo de situaciones, esto continúa. Por eso, la importancia de hablar sobre estas cuestiones.

Consultada al respecto, Garippe destacó el rol docente en este proceso, ya que son quienes “tienen la ventaja de ver el comportamiento diario de los niños, cualquier cambio de comportamiento, algún dibujo o algo en cuanto a la expresión de la ira o del dolor que llame la atención”. 

Ante una situación de ese tipo, Garippe relató que, “como los niños no pueden ponerle palabras, no dan señales tan claras”. 

En consecuencia, hizo recomendaciones extensivas a poder trabajarse desde sus propias casas: “Lo primordial es abrir la puerta a conversar sobre esto” apuntó, y refirió a una herramienta que puede ser de mucha ayuda: libros de cuentos que abordan las temáticas del cuerpo, la sexualidad y el cuidado. Permitiendo así que, a través de una historia, se abra la posibilidad del diálogo y, en consecuencia, el reflejo de confianza.

En ese sentido, sobre el autocuidado, “es importante brindarles la confianza para que sepan o puedan decir que no” enunció y agregó: “Frente a estas situaciones, que suelen ser en el círculo cercano, donde el abusador no va a sentir que puede avanzar si un niño comienza hablar de eso, es importante que el niño frene eso” e insistió en la importancia de que cada uno conozca “cuáles son los límites de su cuerpo, cuáles puede tocar mamá o papá cuando nos ayudan a higienizarnos, o el doctor cuando nos revisa frente a mamá o a papá”.