“La idea de la Educación Sexual Integral desde el Jardín tiene el objetivo de lograr una sociedad más justa, más sana, más empática”

De ese modo, en un repaso rápido por los temas abordados, retomó la sexualidad “como un factor de derecho y parte constitutiva del ser humano, un factor de bienestar, y la necesidad de vivirla con cuidado y respeto”. Además, resaltó particularmente la relevancia que cobra construir, desde la emocionalidad, relaciones sanas; y la responsabilidad afectiva: conceptos nuevos pero que, en el tratamiento y discusión social, son necesarios.

De la misma manera, repasó lo vital que resulta hablar de la sexualidad con niños: “Toda esa fantasía de si se van a sexualizar o hacer cosas antes de tiempo debe derribarse, para hacer foco en la importancia que tiene el conocimiento para la conformación de personas más saludables, la prevención del maltrato, del abuso sexual”. 

También el abordaje de los estereotipos de género generó controversia, pero porque en el escenario social despierta muchas posturas desencontradas: “Hay que pensar cómo se construyen socialmente, dejando a un lado lo que se espera de las mujeres o de los varones, así como las presiones invisibles que recibimos todo el tiempo desde lo social, lo cultural y lo familiar”. 

En relación a eso, las nuevas masculinidades y la diversidad ponen en jaque la cuestión, influyendo en varios aspectos de la vida, sin que, muchas veces, nos demos cuenta la influencia que tiene en los salarios, la forma de vincularnos o comunicarnos en todas nuestras relaciones, y demás.  

En ese punto, Ana Garippe resaltó lo crucial de que “éste recorrido haya despertado intereses o, al menos, preguntas, en un montón de personas”.