05/12/2021SALUD

Fin de año, tiempo de balances y cierres: “Es interesante observar qué transcurrió y no sólo lo que falta”

“Es una etapa difícil para el sufrimiento” comenzó diciendo la licenciada en Psicología Antonela Gros Aldecoa, para referir a una etapa del año en que aflojan las rutinas y se cierran proyectos y actividades.

Señaló que, en un contexto en que volvemos a reunirnos después de celebraciones tan solitarias, consecuencia del Coronavirus, “volvemos a encontrarnos y vamos a encontrarnos con muchas cosas. Quizás, niños nuevos, sillas vacías, rutinas laborales que han cambiado o cosas que no han salido como queríamos”.

La propuesta entonces, fue pensar cómo amigarnos con nosotros mismos y atravesar esos momentos: “Depende de cómo tomemos el saldo negativo” marcó Gros Aldecoa, proponiendo aprender de aquello que no resultó o que se dio de modo diferente. 

“Ya no podemos volver atrás, el tiempo no lo podemos manejar” remarcó la profesional entrevistada, y puso énfasis en celebrar la vida vivida: “Es interesante observar qué transcurrió durante y no sólo lo que falta” dijo la Licenciada, para luego agregar: “Si nos quedamos mirando lo que falta, con esa mirada castigadora sobre uno y lo que no hemos podido lograr, por supuesto que la vamos a pasar mal; pero si lo miramos en términos de qué podemos hacer respecto a eso, ver de qué modo podemos encararlo o qué podemos proponer”.

En definitiva, el foco está puesto en la actitud de cada uno, para hacer y para seguir adelante. 

“Siempre hay cosas que nos duelen a lo largo del tránsito de la vida, y eso es inevitable. Lo que sí podemos elegir es cuánto perduramos en ese padecimiento y cuánto hacemos un sufrimiento o un aprendizaje” expresó Antonela Gros Aldecoa, proponiendo “ser un poco más benévolos con nosotros mismos y con nuestra realidad hoy”. 

En ese marco, si bien hubo cosas que probablemente no salieron como esperábamos, tal vez sucedieron cosas que no esperábamos y fueron muy buenas: “No las perdamos de vista” advirtió Gros Aldecoa, invitando a cambiar nuestro modo de sentirnos, focalizando en lo positivo y aprendiendo de lo negativo. 

En ese punto, propuso que dejemos de preguntarnos “¿por qué a mí?”, para cuestionar “¿para qué?”. Entonces, si bien cambiar la actitud es una decisión de cada uno de nosotros, “es una actitud que podemos ir aprendiendo a tomar, para amigarnos con nosotros mismos, tratar de celebrar sin ver sólo lo pendiente, sino también lo positivo y los aprendizajes”. 

En ese punto, la profesional resaltó lo que sucede, por ejemplo, con los estudiantes que vuelven en ésta época, con la clásica pregunta: “¿cuánto te falta?”. La profesional puso el foco en no caer en esas preguntas insistentes ni tomar la vida como una carrera, sino disfrutar, preguntar e interesarse por el proceso: “Transcurrir la etapa de la vida de estudiante fuera de casa es maravillosa, y es de tantísimos aprendizajes, no sólo académicos, sino que aprendemos a circular en espacios desconocidos, a gestionar la cotidianeidad universitaria de manera autónoma, del mismo modo que la economía, tener otro trato con la gente, tener que resolver problemas, entre otras cosas que aprendemos para la vida”.

Repasó todo eso en el afán de destacar que nunca se pregunta sobre ese tipo de cuestiones, sino que el foco está puesto en cuánto falta para terminar: “Eso también estaría bueno tener más presente” dijo Antonela Gros Aldecoa, agregando la importancia de ser más benevolente con nosotros, pero también con el otro.