23/04/2021SALUD

“Es importante insistir en dietas saludables combinadas con ejercicio físico”

Remarcó la licenciada en Nutrición Daiana Frittayón, que, como cada jueves, participó del aire de la 101.3 para aconsejar y aclarar conceptos sobre una alimentación conciente y saludable. En principio, la profesional aseguró que es posible saciarse sin comer tanto, pero explicó: “Hay una diferencia entre volumen y saciedad, que está relacionada con la fibra, que es un componente que tiene la fibra soluble y la insoluble”.

Respecto a ello aclaró que la fibra soluble “es como una pelotita chiquita que, cuando se le agrega agua, agranda su volumen y nos da sensación de saciedad”. Mientras que la insoluble “es la que está en la cáscara de manzana o en la zanahoria y en la calabaza, por ejemplo, y ayuda cuando hay problemas de constipación también”. 

En esa línea fue que Frittayón resaltó que “las ensaladas no son ilimitadas” y referenció que “hubo un tiempo en que se decía ‘comé verduras libre’, pero hoy nos dimos cuenta de que nuestro estómago se va agrandando, por lo que hay que comer la porción justa”. Entonces, expresó que “siempre se recomienda poner la verdura en medio plato, no que nos preparemos el bowl de verduras entero”. Aunque, destacó que siempre va a depender de cada persona, ya que “no es lo mismo una persona que pesa 70 kilos, u 80 o 120 kilos”. Pero remarcó que, hablando de una dieta normal de dos mil calorías, debería ser de ese modo.

Así, aclaró: “Si yo todos los días como un bowl de ensalada, pero el fin de semana hay pizzas y empanadas, ¿cuánto tengo que comer para llenarme con lo que me llenaba el bowl de ensalada? Ahí se produce el atracón porque uno come hasta que le da saciedad”. Entonces, resaltó que lo que involucra hojas verdes, como acelga, lechuga o espinaca, por ejemplo, “dan mucho volumen, pero tienen poca fibra y nos da poca saciedad. Tiene más fibra una zanahoria, una remolacha, mejor rallada, cruda y no hervida, nos va a llenar mejor con menos cantidad”.

Indicó que “el cuerpo se acostumbra a que consumimos una misma cantidad y, si hacemos poco ejercicio, siempre comemos un poco más de lo que gastamos”. Entonces, a modo de recomendación, Frittayón dijo que, “para que uno descienda de peso, el balance tiene que dar negativo, es decir, gastar energía. No es recomendable limitar todo para bajar de peso, sino aumentar la actividad física para que se produzca ese descenso de peso”.

En consecuencia, referenció: “Hay muchos estudios que dieron cuenta de que, si uno se acostumbra a un mismo alimento, por ejemplo, pizza, va a llegar un momento en que no me va a gustar tanto y de comer tanto termino comiendo una, pero porque estoy cansada de comer pizza. Entonces dicen ‘descendió de peso por comer pizza’, pero probablemente tenía una dieta de muy poquitas calorías y que no le estaba aportando nutrientes. Uno necesita proteínas, vitaminas, minerales, grasas saludables, no sólo el hidrato de carbono”.

Por otro lado, y consultada respecto de la diferencia entre arroz blanco e integral, la Licenciada en Nutrición explicó: “La diferencia es que el integral tiene más fibra, es decir, nos va a llenar más. Entonces, con una menor cantidad vamos a combatir esa saciedad. Se recomienda consumir arroz integral porque tiene más fibra, ayuda a bajar el colesterol y a mantener una glucosa, que es el azúcar en sangre”. Y explicó que lo mismo sucede con las pastas y con el pan que, resaltó, en el caso de los que son de salvado, “es una buena opción para desayuno y merienda”.

En esa línea, destacó que “hay que pensar qué alimentos nos dan más energía” y explicó: “Uno se pone triste. Estás bajando de peso, pero tenes mal humor o tristeza. Uno lo ve a diario en gente que hace un descenso muy brusco, porque la comida genera, en el cuerpo, endorfinas, que es conocida como la ‘hormona de la felicidad’, y cuando uno se priva de ella suceden estas cosas”. Aclaró que la endorfina se produce también a partir de la realización de ejercicio físico: “Por un lado, me siento mejor porque bajé de peso saludablemente, pero, por otro lado, estoy entrando en un estado depresivo. Por eso, muchas veces, el nutricionista trabaja con el psicólogo” y entonces agregó: “Hay que insistir en dietas saludables combinadas con ejercicio físico. Es un cincuenta y cincuenta, porque si falta alguna es difícil sostenerlo en el tiempo”. 

De ese modo, Daiana Frittayón concluyó: “Comer es una sensación de plenitud y nos da recuerdos de cuando éramos chicos y nuestra mamá o nuestra abuela cocinaba. La comida tiene un trasfondo muy grande que es lo social, no sólo llenarme y cumplir las necesidades fisiológicas”.

El próximo jueves, la licenciada Frittayón volverá a compartir su espacio de salud en el aire de La Nueva Radio Suárez.