20/11/2019RELIGION

Misa en la Capilla del Hogar La Providencia.

En celebración de la fiesta de Nuestra Señora de la Providencia.

Estuvieron presentes la Madre Superiora, Hermana Liliana Moyano, acompañada de otra Hermana de la Congregación Obreras Catequistas de Jesús Sacramentado y María Eugenia, que es integrante de la Orden Seglar Apóstol Jesús Sacramentado.

Hoy por la mañana tenían previsto la partida de la ciudad, cerrando así una de las visitas mensuales que la Congregación organiza a Coronel Suárez, para seguir de cerca la obra misionera que continúa el grupo de apostolado.

Estaban desde el viernes por la tarde. Participaron de la consagración del Obispo Auxiliar de Bahía Blanca y prolongaron su visita hasta el martes pasado, para llevar adelante la fiesta de Nuestra Señora de la Providencia.

La Hermana Liliana Moyano, en diálogo con La Nueva Radio Suárez, dijo que “en este año la presencia de la Virgen María, en sus distintas advocaciones, ha sido muy fuerte y muy patente, de mucho gozo. Los he tenido especialmente presentes a toda la comunidad de Coronel Suárez, a los Veteranos de Malvinas, porque tuvimos la gracia de poder recibir a la Virgen de Luján, que estuvo en Malvinas. Se les pidió a nuestras Hermanas de la comunidad de Asunción de María en Florencio Varela que fueran a buscar la Virgen al Hospital Naval, en Buenos Aires, y que la llevaran a la Diócesis de Quilmes. Estuvo allí en la Parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, que queda al lado de nuestra casa. Entonces, nosotras tuvimos la gracia de hacer este traslado, el que pude compartir. Pude rezar con ella un tiempo largo, tenerla ahí al lado. Desde ya que toda la comunidad de Coronel Suárez estuvo presente en esas oraciones y dando gracias por este regreso”.

Dice que vivieron este momento como un regreso a casa de la Madre.

“Se vivió así. Bienvenida a nuestra casa. Eso era lo que, en la procesión, por las calles de Quilmes, se cantaba, se rezaba. Múltiples banderas argentinas y esta comunión de fe y de patria. Un gran amor, una gran emoción de los Veteranos de guerra y sus familiares. Fue un momento lindísimo. Estamos felices porque la virgen va a peregrinar por toda la Argentina y sí o sí va a ir a aquellos lugares donde haya un Veterano de guerra. Por lo que en el algún momento va a volver aquí, a Coronel Suárez. Y en estos momentos, que tanto necesitamos una fuerza, esperanza, alegría, sentirnos unidos y hermanados, María vino a hacer su parte de madre y a llamarnos y decirnos que dejemos de lado las diferencias, que nos unamos y que reconstruyamos nuestra patria. Como dice la canción, Argentina canta y camina, levántate y camina, pongamos manos a la obra”.

La religiosa señala que sostener la obra misionera en Coronel Suárez exige “un esfuerzo físico y económico, pero que se hace con mucho gusto.

La comunidad responde, los Apóstoles de Jesús Sacramentado aquí nos reciben a las Hermanas con mucha alegría y están trabajando y dando lo mejor de sí. También a nivel parroquial se ha podido participar en distintos encuentros, charlas de catequesis y demás, que el Padre Alejandro les ha ido pidiendo a las Hermanas. También, con mucha alegría les decimos que hemos invitado, como en otros años, a compartir el encuentro internacional misionero que este año será en el Impenetrable, en el Chaco, durante el mes de enero. Se han unido creo que unos 13 jóvenes de Coronel Suárez, que las Hermanas los van acompañando cuando vienen acá, o a través de los medios de comunicación que hoy tenemos al alcance. Dios ha querido mostrarnos los frutos de estas visitas. Quisiéramos poder estar de manera permanente, pero físicamente no nos dan los números. Igual, de corazón siempre tratamos de estar presentes” expresó la Hermana Liliana Moyano.