"La Iglesia ha debido adaptarse a las nuevas tecnologías en el marco de la pandemia pero ello hizo que los encuentros sean más participativos".

"Llevamos unos cuantos días. En marzo, cuándo nos dijeron de la cuarentena, pensamos en un tiempo corto pero se fue prolongando y todos hemos tenido que adaptar nuestras vidas a esta modalidad; con la iglesia ha pasado lo mismo", comenzó explicando el Pastor Néstor Alebuena de Comunidad Cristiana al ser consultado por la Radio por como afectó al desarrollo de actividades religiosas la pandemia del Coronavirus.

"La iglesia se ha tenido que adaptar a este tiempo de pandemia pero yo en esto veo una lección muy importante para nosotros que estamos muy vinculados a la vida cristiana en el que debimos entender, una vez por todas, que Iglesia no es el edificio en sí, el proyecto de Dios de Iglesia jamás se pensó como un edificio con nombre", aseguró.

"Un teólogo muy reconocido, Harold Segura, hace unos días atrás dijo 'si Iglesia es un grupo de creyentes reunidos para escuchar la Palabra y cantar su fe la Pandemia está a punto de terminar con ella'; me resultó  una frase muy interesante. Porque muy por el contrario hemos tenido que seguir trabajando, utilizando diversas plataformas on line como Zoom, Instagram y videollamadas en WhatsApp. Realmente hemos visto que utilizar estos medios ha sido muy enriquecedor, se ha ampliado mucho más lo que estábamos acostumbrados por lo que creo que vamos a continuar, cuándo se pueda, con reuniones presenciales pero sin dejar de lado lo que estamos utilizando en este momento porque a través de estos medios se hace mucho más participativo, con gente de incluso de la zona. De esta forma la reunión de enseñanza de los miércoles participan muchas más personas que cuándo nos reuníamos de forma presencial en nuestro salón. Se nos ha ampliado esta idea del concepto de Iglesia que es un solo pueblo, una comunidad, es la humanidad reconciliada con Dios; Iglesia es sinónimo de perdón, de afecto y de paz".

"Iglesia es el fin del individualismo y la solución a los problemas que hoy tiene la humanidad", reflexionó.

Y agrega, "Cuándo no se ha podido estar cerca físicamente encontramos estas plataformas para hacerlo y ello ha sido muy enriquecedor para nosotros porque los domingos tenemos nuestra reunión por Instagram y el uso de estas tecnologías nos permite que casi todos los domingos tengamos un pastor invitado, sea de Buenos Aires, de Rosario, de Neuquén o de Río Negro".

"Pero el COVID tiene también su lado triste. Ayer (por el martes) falleció en Perú un muchacho de 30 años que cada año nos acompaña en nuestros viajes por los serpenteates ríos Amazónicos cuándo íbamos a visitar nuestra misión allí en Perú. Era un muchacho joven y fuerte que siempre colaboró en cargar las provisiones para la tribu Urarina que es a la que nosotros visitamos. Fue el primer caso cercano que hemos tenido, Tony compartió mucho tiempo con nosotros".

Al referirse a las actividades de Comunidad Cristiana, Néstor Alebuena explica que "esta pandemia a nivel institucional no hizo que dejáramos de hacer la entrega de alimentos para cien personas de los viernes que llevamos a cabo desde hace muchos años. Nunca se dejó de hacer, siempre tuvimos los permisos para repartir los alimentos a estas familias los días viernes e incluso cuando ha habido necesidad puntual de atención a alguna persona también hemos tenido el correspondiente permiso para asistirla".

Finalmente, al referirse a cómo se vive el contexto del coronavirus en el ámbito de la Unidad 19 de Saavedra, explicó que "no estamos viajando a Saavedra a atender a nuestro pequeño grupo pero sí estamos manteniendo el contacto a través de algunas llamadas telefónicas pero no es lo mismo. Ellos han tenido la ventaja que, en este contexto, se les ha permitido el uso de celulares para comunicarse con las familias entonces eso ha mantenida muy tranquila a la población carcelaria. Saavedra es una cárcel en la que nunca ha habido peleas ni muertes, tampoco nunca ha habido ningún caso de fuga y sigue siendo así, continúa siendo una unidad carcelaria con una población tranquila, a pesar de que son casi 1000 los internos", finalizó el pastor Néstor Alebuena.