15/04/2022RELIGION

En tiempo de reflexión, la invitación es a “poner todo eso en manos de Dios y resucitar a una vida nueva”

Alejandro Guidobaldi, párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Coronel Suárez, habló sobre el tiempo de Pascua que transitamos, una de las fechas de mayor relevancia de la Iglesia.

Dijo, en principio, que se trata éste de un buen tiempo para reflexionar sobre la propia vida, pero también para ver cómo está uno con Dios: “El sentido de pararse para mirarse uno y con los demás es Cristo, que nos invita a pararnos para pensar qué estamos haciendo con nuestra vida, reconocer de dónde venimos y hacia a dónde vamos” expresó, agregando que “la Pascua es una invitación que nos hace Dios a ir con Él y darnos cuenta de que hay una vida después de ésta vida y somos invitados a compartir, no sólo los padecimientos de Jesús en el Viernes Santo, sino también la gloria y la alegría definitiva de la resurrección”. 

Opinó entonces, que eso tiene que invitar a repensar cuál es el vínculo con Dios y, sobre todo, qué significa creer: “Yo puedo decir que creo que Dios existe, pero no creer lo mismo. Entonces, para mí, es alguien que está, pero no me interpela, y en éstos días, si creo realmente en Jesucristo como Dios hecho hombre, es como si la persona más amada mía el Jueves Santo está enferma terminal y dónde voy a estar el Viernes Santo. Es una sensación indescriptible que resucite el domingo de Pascua y ese es el espíritu si amamos a Jesús, sin llenarnos la boca”.

Sostuvo que “hay muchas personas que lo pueden vivir y hay muchas otras que, por ejemplo, porque tienen trabajo en relación de dependencia, con tristeza, tienen que ir al trabajo. Por eso, muchas veces, uno interpela al que da trabajo que no tiene en cuenta que son días muy importantes”. Y, en consecuencia, marcó la importancia de “acompañar a Dios como Él nos acompaña los días de toda nuestra vida”. 

Cuando el párroco Alejandro Guidobaldi habló de parar para no olvidarnos de lo importante, refirió que “es el único fin de semana, en lo que hace a la fe, que se pide que uno se detenga, porque cuando Jesús iba camino a la cruz habrá habido mucha gente que pasaba de largo y en nuestra vida también se nos puede pasar de largo éstos días tan importantes”.

En consecuencia, la invitación es acompañar en estos días “y animarnos a dejar de lado todo tipo de discusiones, pescas, fiestas, carreras, fútbol, porque lo tengo que vivir de esa manera por la libertad del hijo de Dios”.

En ese punto, reconoció que “hay mucha gente que no cree y no se puede decidir por la vida del otro”, por lo que decidió extender su mensaje a los creyentes, hablándoles a aquellos que se dicen cristianos, para que “busquen estar lo más pegados a Jesús que sea posible para, entonces, descubrir qué cosas Dios me muestra que tengo que trabajar. Cosas en las que puedo crecer o superar, vicios, errores, pecados, mañas”. 

En palabras del Padre Alejandro, se invita a “poner todo eso en manos de Dios y resucitar a una vida nueva como anticipo a la resurrección que tendremos al final de nuestra vida”.