22/05/2020RELIGION

El suarense Horacio Fuhr celebra este sábado 50 años como sacerdote.

Oriundo de Coronel Suárez, Monseñor Horacio Andrés Fuhr fue ordenado sacerdote hace 50 años por el cardenal Juan Carlos Aramburu en la abadía de San Benito, en Buenos Aires, donde a los 11 años de edad había ingresado como postulante benedictino.

A los pocos años de su ordenación la abadía fue trasladada al ámbito rural de la localidad de Jáuregui y el padre Horacio, que sentía un llamado particular a la atención de los fieles y a la organización pastoral de las comunidades, pidió la incardinación (vinculación de forma permanente) como sacerdote diocesano de la Arquidiócesis de Bahía Blanca.

En 1975 monseñor Jorge Mayer lo designó vicario de la iglesia Catedral, misión que desempeñó hasta 1980. Quienes recuerdan su primera etapa en el principal templo católico de la ciudad de Bahía Blanca destacan la intensa labor desplegada por el sacerdote entre los jóvenes, dándo gran impulso a la Acción Católica.

En 1980 le fue encomendada la parroquia San Luis Gonzaga, donde su capacidad de trabajo y organización permitió refaccionar en poco tiempo la casa parroquial y el templo, fundar numerosos organismos parroquiales y la comunidad comenzó a tomar una activa vida cristiana.

También respondiendo a la extensión del radio parroquial se abocó a la conformación de nuevos centros capaces de reunir a la comunidad.

Así nacieron, en Bahía Blanca, las capillas (algunas más bien iglesias por sus dimensiones) de Santa Rita, en los barrios Palihue y La Falda; San Pantaleón (Bella Vista); Sagrada Familia (Patagonia); San Juan Bautista (Villa Miramar) y por último San Agustín (Aldea Romana).

Toda esta labor lo hizo conocido entre muchos de sus fieles como el "Padre Ladrillero", apodo impuesto en alusión a la decidida voluntad de Fuhr por reunir a las comunidades, organizarlas y brindarles instalaciones acordes para la práctica de actividades religiosas y sociales.

También, desde 1980, desempeña su ministerio sacerdotal como capellán en el Comando del V Cuerpo de Ejército y ha sido designado capellán general de toda la región patagónica.

En 1992 fue nombrado miembro del Consejo Presbiteral Arquidiocesano, cargo que, renovado en 1997 y 2002, mantiene hasta el presente.

Asimismo, desde 2002 es miembro del Colegio de Consultores de la Arquidiócesis y también preside la Comisión Arquidiocesana de Liturgia en el área de arquitectura y arte religioso y se le ha confiado la tarea de ser rector de la Escuela de Diaconado Permanente.

 Además se involucró con el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, del cual fue asesor diocesano y orientó distintas iniciativas del movimiento, acompañó retiros, jornadas y la organización propia del mismo.

En 2005 monseñor Guillermo Garlatti lo nombró párroco de la Iglesia Catedral y, en poco tiempo, el "Padre Ladrillero" logró cambios importantes en las instalaciones.

Por ejemplo, en cinco años construyó la capilla del Santísimo Sacramento y la Capilla de los Difuntos, recintos sagrados a los cuales se abocó de manera especial para que los fieles pudieran expresar su Fe con dignidad y belleza, sin dejar de mencionar las obras de refacción a las que está siendo sometido el exterior del templo mayor de la ciudad.

Distinción. El 25 de abril de 2006 el Papa Benedicto XVI le confirió la distinción de "Prelado de Honor de su Santidad".

Fuente: La Nueva. y Catedral "Nuestra Señora de la Merced" de Bahía Blanca.