13/06/2019REGION

La Municipalidad tomó posesión de las instalaciones de la ex LOH en Huanguelén.

Se dio cumplimiento al mandamiento dispuesto por la justicia. La LOH ha sido un símbolo de la actividad productiva de la comunidad. Se proyecta en un futuro transformar todo el predio en un centro cultural.

Un hecho que será recordado por los huanguelenenses por siempre se produjo en la mañana del miércoles cuando las autoridades municipales, encabezadas por el Intendente Roberto Palacio, tomaron posesión de los inmuebles de ex Oleaginosa de Huanguelén, primer paso cierto para concretar la expropiación o compra de los predios que forman parte indisoluble de la historia de la localidad.

Del trascendente momento participaron el Jefe Comunal y su Secretario de Gobierno, el Secretario de Obras Públicas Ricardo Salerno y los Directores del área Gustavo Marino y Pablo Vargas, el Secretario de Producción Juan Fidelle, la Directora de Gestión Cisel Segonds, la Secretaria Privada Valeria Negrín y los Concejales Alberto Fernández, Pablo Martínez, Griselda y Pedro Rodríguez y Mayra Rojo. Además, estuvo acompañando la Delegada Municipal Analía Gurruchaga y el Coordinador de Cultura Jorge Rodríguez.

La Oleaginosa de Huanguelén, la popular LOH, una aceitera de reconocida calidad nacional, llegó a tener 200 empleados en los años 70 y 80 y fue un emblema de la producción de la zona y especialmente de la localidad de Huanguelén.

Pero el viernes 29 de octubre de 2004 no fue un día más, ya que en esa fatídica fecha la firma propietaria, ex Agroindustrias Bonaerenses SA, presentó, en la sede del Ministerio de Trabajo en Coronel Suárez, el recurso de Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC), paso previo para el cierre de la planta en la localidad.

Desde entonces los predios se constituyeron, casi en el centro de la ciudad, en un lugar abandonado, con pastos y arbustos altos, algunos muebles arrumbados y paredes con peligros de derrumbe.

Tal como se ha dicho muchas veces, los vecinos nunca se acostumbraron a convivir con la imagen cada vez más derruida de la L.O.H., en la esquina de la Avenida Alfredo Gahan, General Manuel Belgrano y Calle 12.

Y lejos quedó la historia gloriosa de una empresa fabril orgullo en la provincia.

Por eso, lo sucedido es un acto de justicia que comienza a reivindicar un viejo anhelo de los habitantes de Huanguelén.

Ya lo había explicado oportunamente el Secretario de Gobierno, Ernesto Palenzona, que merced a una decisión política del Intendente Roberto Palacio se había decidido reservar una partida presupuestaria para la expropiación de los inmuebles, y al ser presentada la propuesta el juez de la quiebra de la empresa decidió otorgar la tenencia precaria de los edificios al Municipio, al quedar demostrada la vocación de convertirse en dueña legítima de los inmuebles para que sean los habitantes de Huanguelén los que decidan qué hacer en esos predios.

Fue por eso la importancia de lo sucedido el miércoles cuando a las 9 hs. el representante de la Justicia autorizó a la representación municipal a ingresar al lugar y hacer posesión efectiva de las oficinas, los galpones y los terrenos.

El Secretario de Gobierno Ernesto Manuel Palenzona manifestó: “estoy muy agradecido de poder estar hoy con ustedes para poner en posesión de la Municipalidad de Coronel Suárez de los bienes físicos de la LOH de Huanguelén. Esto es el principio, es la muestra de las intenciones de esta Municipalidad y la decisión del Intendente Palacio de dar solución a un problema que viene desde 2004. Es por eso que queremos concretar la adquisición de estos inmuebles para los vecinos de Huanguelén, para quienes queremos lo mejor”.

De manera inmediata el Jefe Comunal, Palenzona y los demás funcionarios ingresar al lugar y recorrieron las históricas instalaciones.
Un poco de historia.

Según diversas notas oportunamente publicadas en distintos medios se puede recordar que la Oleaginosa de Huanguelén (L.O.H.) comenzó a funcionar en 1943, pero su época de gloria puede segmentarse a las décadas de los 70 y de los 80.

Por entonces, la firma consiguió un reconocido prestigio, tenía sedes en todo el sur del país y llegó a contar, cuando se recibía la materia prima en bolsas de 50 kilos, con 198 empleados en forma directa.

En la sede de boulevard Gahan se molía todo el año, se fraccionaba y, finalmente, se repartía en algunos de los 8 camiones propios que se llegó a tener.

No son pocos quienes todavía recuerdan —con nostalgia— el botellón de vidrio, con etiqueta amarilla, de girasol puro. O Acendrado, que era una segunda marca, de un aceite mezcla. O la de etiqueta verde, con cortes de mezcla del 10 % de oliva o la etiqueta roja, con las mismas características. En el mercado, inclusive, se llegó a comercializar una tercera marca: Huanguelén.

Pero eso no era todo. También se manufacturaba jabón en polvo y en barra, en panes e, incluso, detergente. A principios de los 80 se llegó a fraccionar jugo de naranja y de pomelo, utilizando como materia prima a los productos Pindapoy.

Diferentes cambios de dueños, y cuestiones económicas y de mercado, terminaron con La Oleaginosa de Huanguelén (Agroindustrias Bonaerenses SA) radicada en ocho hectáreas en el parque industrial de la ciudad bonaerense de Bolívar.

Y hoy, con los hechos de hoy, se continúa escribiendo la historia.