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13/08/2019 • PRODUCCION
Hace falta lluvia para los cultivos.
El Ing. Agrónomo Marcelo González, de la empresa Bertolami Cereales, habló del estado de los cultivos en el Distrito de Coronel Suárez y la zona de influencia.
“Se ha terminado con la siembra de granos finos, tanto de trigo como de cebada. Y hoy estamos esperando una lluvia. Las heladas han sido en estos últimos días muchas y fuertes. Los cultivos están bien, pero necesitando agua. Por ahora, la demanda de agua es poca, las heladas han sacado bastante la humedad de los suelos. Se necesita una cantidad de agua normal: 20, 30 o 40 milímetros. La demanda fuerte de los cultivos empieza a partir del macollaje para adelante, para septiembre, octubre, para lograr una muy buena implantación y que el cultivo avance”, dijo en la entrevista el mencionado profesional.
Se sembró más trigo y menos cebada. “Recorriendo lotes, el análisis que hacemos es que fina se sembró más con respecto al año pasado.
Probablemente el aumento sea mayor en trigo que en cebada”, explicó el Ing. Marcelo González.
Recordó que “nuestra zona es triguera, no debemos olvidarnos que pertenecemos al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, no es una zona sojera neta. En tiempos anteriores la diferencia de precios hacía que muchos lotes se destinaran a soja. Los precios de los últimos años del trigo han revertido esa situación y hemos vuelto a sembrar el trigo, que es lo que habitualmente sembrábamos en esta zona. Hubo un recupero, gracias a Dios, por el bienestar de los suelos. Hay, además, una rotación interesante con ganadería, granos finos y algo de granos gruesos.
Esto garantiza la perdurabilidad de los suelos, la fertilidad, estructura. Que no haya erosiones hídricas ni eólicas. Obviamente que la siembra directa ayuda muchísimo en eso, y seguiremos tratando de mantener esas condiciones de trabajo”.
Consultado el Ingeniero González cuánta tecnología está dispuesto a aplicar el productor, indicó que “la realidad es que se ha aumentado mucho la tecnología. En estos últimos años se ha vuelto a recuperar algo, aplicando tecnología como fertilizantes y demás, el retorno es interesante. Obviamente que tiene un costo alto; hay productores que por escala lo pueden hacer y lo vienen aumentando en estos últimos tres o cuatro años, y en productores medianos y chicos el costo les implica una erogación muy grande, a la que no pueden hacer frente”.
En torno a si el productor pegunta sobre la agroecología, responde que “hay un mal uso del término agroecología. Nosotros, como agrónomos, hacemos agroecología todos los días: dominamos poblaciones y tratamos de lograr el mejor resultado económico. Obviamente, siempre cuidando el ambiente y la salud de las personas. Nuestro aporte a la agricultura es siempre manejar umbrales, determinamos si es necesario una aplicación o no, ya se agroquímicos, fertilizantes, lo que sea. Buscamos el manejo, las rotaciones y demás. Es muy raro que en esta zona hay un mono cultivo. En cuanto a la agroecología, si lo tomamos en el sentido de rotación de cultivos, utilizar ganadería y agricultura, rotando, creo que todos los productores en realidad van haciendo eso. Es darle sustentabilidad al sistema de producción”.
Se sembró más trigo y menos cebada. “Recorriendo lotes, el análisis que hacemos es que fina se sembró más con respecto al año pasado.
Probablemente el aumento sea mayor en trigo que en cebada”, explicó el Ing. Marcelo González.
Recordó que “nuestra zona es triguera, no debemos olvidarnos que pertenecemos al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, no es una zona sojera neta. En tiempos anteriores la diferencia de precios hacía que muchos lotes se destinaran a soja. Los precios de los últimos años del trigo han revertido esa situación y hemos vuelto a sembrar el trigo, que es lo que habitualmente sembrábamos en esta zona. Hubo un recupero, gracias a Dios, por el bienestar de los suelos. Hay, además, una rotación interesante con ganadería, granos finos y algo de granos gruesos.
Esto garantiza la perdurabilidad de los suelos, la fertilidad, estructura. Que no haya erosiones hídricas ni eólicas. Obviamente que la siembra directa ayuda muchísimo en eso, y seguiremos tratando de mantener esas condiciones de trabajo”.
Consultado el Ingeniero González cuánta tecnología está dispuesto a aplicar el productor, indicó que “la realidad es que se ha aumentado mucho la tecnología. En estos últimos años se ha vuelto a recuperar algo, aplicando tecnología como fertilizantes y demás, el retorno es interesante. Obviamente que tiene un costo alto; hay productores que por escala lo pueden hacer y lo vienen aumentando en estos últimos tres o cuatro años, y en productores medianos y chicos el costo les implica una erogación muy grande, a la que no pueden hacer frente”.
En torno a si el productor pegunta sobre la agroecología, responde que “hay un mal uso del término agroecología. Nosotros, como agrónomos, hacemos agroecología todos los días: dominamos poblaciones y tratamos de lograr el mejor resultado económico. Obviamente, siempre cuidando el ambiente y la salud de las personas. Nuestro aporte a la agricultura es siempre manejar umbrales, determinamos si es necesario una aplicación o no, ya se agroquímicos, fertilizantes, lo que sea. Buscamos el manejo, las rotaciones y demás. Es muy raro que en esta zona hay un mono cultivo. En cuanto a la agroecología, si lo tomamos en el sentido de rotación de cultivos, utilizar ganadería y agricultura, rotando, creo que todos los productores en realidad van haciendo eso. Es darle sustentabilidad al sistema de producción”.
