26/04/2019JUDICIAL

La odisea de una mujer que no puede enterrar a su hermana: “Denunciamos mala praxis y el cuerpo está desde hace un año en la Morgue Judicial"

Miriam Oesterreicher, de 44 años, murió mientras le realizaban una cirugía laparoscópica. Como el caso está en investigación, su familia aguarda los resultados del peritaje del Cuerpo Médico Forense y la autorización de la Justicia para darle sepultura. Informe gentileza de Infobae.

Miriam Oesterreicher tenía 44 años y jamás se había sometido a un cirugía. Esa mañana había llegado a la Ciudad de Buenos Aires desde Coronel Suárez, junto a su hermana Elizabeth, para ser operada por una hernia de hiato. El médico les dijo que la intervención iba a durar entre 40 minutos y una hora, con una expresión en su rostro que daba a entender que demandaría solo un rato. Pero todo se complicó y salió muerta del quirófano.

Su inesperado fallecimiento ocurrió el 11 de abril pasado de 2018 en la Clínica Santa Isabel, del barrio porteño de Flores, donde los médicos le informaron a Elizabeth que Miriam había sufrido un "shock hipovolémico por lesión en la arteria aorta". Según los expertos, se trata de un síndrome complejo que se desarrolla cuando el volumen sanguíneo circulante baja a tal punto que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo.

A más de un año de lo ocurrido, y con una investigación penal por presunta mala praxis en curso, el cuerpo de Miriam todavía sigue en la Morgue Judicial y su familia reclama que se lo devuelvan para poder darle sepultura en su ciudad natal. Pero todos los trámites judiciales que se están llevando adelante demoran la entrega de sus restos y suman más angustia y desesperanza a los familiares. "Denunciamos mala praxis y el cuerpo está desde hace un año en la Morgue Judicial", se lamentó.

Ahora es la Justicia la que tiene que establecer cuáles fueron los mecanismos utilizados durante la operación, determinar los orígenes del fallecimiento y certificar las responsabilidades de la clínica y de los profesionales que participaron del procedimiento quirúrgico.

Elizabeth Oesterreicher acusa al cirujano cardiovascular que participó de la laparoscópica de provocar el deceso de su hermana. "En un momento determinado de la operación le perforaron la aorta, empezó a sangrar y esto le produjo un paro cardíaco mortal", remarcó el mujer, por lo que decidió judicializar el irreparable hecho.

Miriam tenía 44 y era la segunda de cuatro hermanos. Se había recibido de licenciada en Administración de Empresas, en 2002, en la Universidad Nacional del Sur, y manejaba un estudio contable junto a su hermano en la casa de sus padres. "Era super sana. No fumaba, no toma alcohol y hacía mucho deporte. Practicaba tenis y yoga. Era feliz y siempre estaba contenta. Incluso, cuando vi por última vez su cuerpo tenía una sonrisa en su rostro", recordó Elizabeth.

Su hermana contó que los exámenes prequirúrgicos a los que se sometió Miriam le habían dado normales y que no hubo ninguna objeción médica que impidiera la operación. Sin embargo, la cirugía laparoscópica no llegó a completarse porque en la misma historia clínica se da cuenta que la rotura de la arteria aorta fue ocasionada apenas se introdujo el bisturí.

"Su muerte ocurrió a los 20 minutos de comenzada la operación. La autopsia reveló que no fue operada. Nunca llegaron a hacerlo porque fue cuando estaban ingresando con el bisturí le perforan la aorta", precisó la mujer a Infobae.

"El cirujano cardiovascular le perfora la aorta cuando introduce el bisturí. Mi hermana empieza a perder sangre y como todo se complica manda a llamar a otro cirujano para tratar de suturar la aorta. El médico que intervino a posteriori intentó hacer un bypass. Logró hacerlo en la parte superior pero cuando intenta hacerlo en la parte inferior vuelve a tener otro paro cardíaco y fallece", explicó Miriam.

Federico Medina Fernández, abogado de la familia Oesterreicher, hizo hincapié en el certificado que emitió la Clínica Santa Isabel, donde el médico Julián Andrés Daza -que intervino a posteriori en la operación- dejó constancia que "la lesión lateral de aorta se produce con bisturí armónico durante la disección", desligando toda la responsabilidad al médico R. J González Boyx.

Consultados por Infobae, desde la desde la Clínica Santa Isabel admitieron que "la paciente presentó una complicación intraoperatoria sin respuesta a las maniobras de reanimación avanzadas que le provocó un paro cardíaco". Ante esta situación, le ofrecieron a la familia "todo el acompañamiento necesario" y se pusieron a disposición de la justicia "para brindar toda la información que requiera".

El doctor González Boyx fue imputado por "homicidio culposo" por el fiscal Edgardo Orfila y ahora es tarea del juez Alejandro Ghirlanda determinar si hubo mala praxis. "El médico actuante que fue mandado a llamar durante la operación escribió eso para no quedar implicado", resaltó Medina Fernández a este medio.

La familia Oesterreicher, además, denunció en el expediente judicial otras irregularidades cuando les fue entregado el cuerpo para el velatorio. La clínica se hizo cargo del traslado a Coronel Suárez y de pagar todos los gastos. "Doce horas después de la muerte de Miriam ya estábamos en nuestra ciudad velando sus restos. A pesar de lo burocrático que es un trámite de este tipo, ellos lo hicieron rapidísimo", contó Elizabeth.

Incluso, en la funeraria le advirtieron que "fue muy raro lo sucedido" y sobre todo porque la clínica les envió junto con toda la documentación un certificado de cremación. "Desconozco si es un procedimiento habitual cuando se produce una muerte. Es algo que me queda por investigar", remarcó el letrado.

Miriam fue enterrada un día después de su fallecimiento, el 12 de abril de 2018, en el Cementerio Parque de Paz de su ciudad. Pero una vez que su familia presentó la denuncia, el cuerpo fue exhumado en el mes de mayo y trasladado primero a la morgue de Pringles para luego ser llevado a la Morgue Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, donde permanece actualmente.

El 1 de noviembre de 2018 la Fiscalía le pidió al juez una pericia médica para determinar las causas de su muerte. "Las partes propusimos peritos y con eso se demoró un poco. A fin de ese mes la causa fue enviada al Cuerpo Médico Forense, quien todavía hoy no ha puesto una fecha para que se junten los peritos de parte y los oficiales para trabajar en conjunto y darle una conclusión al juez", apuntó la hermana de Miriam.

"El dolor más grande es no tenerla acá. No sabemos qué es lo peor. Que esté allá o que por la falta de una prueba quede todo en la nada", se lamentó la mujer, que sigue a la espera del arribo del cuerpo para darle a su hermana el entierro definitivo.

Fuente: Infobae.