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13/10/2018 • HISTORIA
Se conmemoró el Día de la Diversidad Cultural.
“Esta fecha es una oportunidad para recordar y no repetir errores. Uno sin el otro siempre es menos”, dijo la Profesora Verónica López.
El 12 de octubre se conmemoró el Día de la Diversidad Cultural. Establecido así por decreto, dejando atrás lo que durante muchos años fue el Día de la “Raza”, celebrando la llegada de Europa a América.
En todas las escuelas se está conmemorando de diferentes formas esta jornada, poniendo el énfasis en el respeto a la diversidad cultural y reconociendo que estas tierras tenían dueños originarios que más de 500 años después de ese hecho mantienen viva su cultura, sus tradiciones, reclamando por la vigencia de derechos que les corresponden como pueblo.
En la Escuela Técnica el jueves por la mañana se llevó a cabo el acto protocolar por esta fecha, previo a una charla de un descendiente mapuche de una comunidad de Carhué.
En la oportunidad, la Profesora Verónica López dejó un inteligente mensaje, para escuchar, leer y pensar.
Estos son algunos de los pasajes más sobresalientes:
“La división de la humanidad en razas carece de validez y, además, esa categoría constituye una concepción político social errónea y peyorativa.
Por lo tanto, su utilización solo favorece reivindicaciones racistas. El Plan Nacional contra la Discriminación estableció que el 12 de octubre sea un día de reflexión histórica y diálogo intercultural. Esto implica dejar atrás la conmemoración de la conquista de América y el proceso que sólo valoró la cultura europea, para dar paso al análisis y a la valoración de la inmensa variedad de culturas que los pueblos indígenas y afro-descendientes han aportado y aportan a la construcción de nuestra identidad”.
“El respeto del pensamiento propio y el reconocimiento del otro como igual ya no debiera demorarse. Tenemos en nuestro haber la experiencia pasada, donde la humillación y el menoscabo fueron herramientas que marcaron la historia de nuestros pueblos, pretendiendo su aniquilación.
Deberíamos dar suma importancia a las palabras como diversidad, tolerancia, respeto, cultura, entre otras. En estos tiempos, en los que solo nos acordamos de lo que uno u otro hace mal, o pertenece a tal o cual creencia u opinión, aprovechemos esta oportunidad para entender que uno sin el otro siempre es menos. Que lo que sé unido a lo que el otro sabe siempre es más. No importa el lugar que ocupemos. Pero sí importa y mucho cuánto lo honremos. Esta fecha es una oportunidad maravillosa para recordar y no repetir errores” señaló la Profesora López.
Continuó expresando: “les dejo unas palabras de Eduardo Galeano, quien supo retratar con exactitud y dolor lo que nuestros pueblos vivieron: ‘me parece admirable la capacidad que han tenido los indígenas de las Américas en perpetuar una memoria que fue quemada, castigada, ahorcada, despreciada, durante cinco siglos; y la humanidad entera tiene que estarles muy agradecida porque gracias a esa porfiada memoria sabemos que la tierra puede ser sagrada. Que somos parte de la naturaleza, que la naturaleza no termina en nosotros. Que hay posibilidades de organizar la vida colectiva, formas comunitarias que no están basadas en el dinero, que la competencia contra el prójimo no es inevitable. Y que el prójimo puede ser algo más que un competidor”.
En todas las escuelas se está conmemorando de diferentes formas esta jornada, poniendo el énfasis en el respeto a la diversidad cultural y reconociendo que estas tierras tenían dueños originarios que más de 500 años después de ese hecho mantienen viva su cultura, sus tradiciones, reclamando por la vigencia de derechos que les corresponden como pueblo.
En la Escuela Técnica el jueves por la mañana se llevó a cabo el acto protocolar por esta fecha, previo a una charla de un descendiente mapuche de una comunidad de Carhué.
En la oportunidad, la Profesora Verónica López dejó un inteligente mensaje, para escuchar, leer y pensar.
Estos son algunos de los pasajes más sobresalientes:
“La división de la humanidad en razas carece de validez y, además, esa categoría constituye una concepción político social errónea y peyorativa.
Por lo tanto, su utilización solo favorece reivindicaciones racistas. El Plan Nacional contra la Discriminación estableció que el 12 de octubre sea un día de reflexión histórica y diálogo intercultural. Esto implica dejar atrás la conmemoración de la conquista de América y el proceso que sólo valoró la cultura europea, para dar paso al análisis y a la valoración de la inmensa variedad de culturas que los pueblos indígenas y afro-descendientes han aportado y aportan a la construcción de nuestra identidad”.
“El respeto del pensamiento propio y el reconocimiento del otro como igual ya no debiera demorarse. Tenemos en nuestro haber la experiencia pasada, donde la humillación y el menoscabo fueron herramientas que marcaron la historia de nuestros pueblos, pretendiendo su aniquilación.
Deberíamos dar suma importancia a las palabras como diversidad, tolerancia, respeto, cultura, entre otras. En estos tiempos, en los que solo nos acordamos de lo que uno u otro hace mal, o pertenece a tal o cual creencia u opinión, aprovechemos esta oportunidad para entender que uno sin el otro siempre es menos. Que lo que sé unido a lo que el otro sabe siempre es más. No importa el lugar que ocupemos. Pero sí importa y mucho cuánto lo honremos. Esta fecha es una oportunidad maravillosa para recordar y no repetir errores” señaló la Profesora López.
Continuó expresando: “les dejo unas palabras de Eduardo Galeano, quien supo retratar con exactitud y dolor lo que nuestros pueblos vivieron: ‘me parece admirable la capacidad que han tenido los indígenas de las Américas en perpetuar una memoria que fue quemada, castigada, ahorcada, despreciada, durante cinco siglos; y la humanidad entera tiene que estarles muy agradecida porque gracias a esa porfiada memoria sabemos que la tierra puede ser sagrada. Que somos parte de la naturaleza, que la naturaleza no termina en nosotros. Que hay posibilidades de organizar la vida colectiva, formas comunitarias que no están basadas en el dinero, que la competencia contra el prójimo no es inevitable. Y que el prójimo puede ser algo más que un competidor”.
