20/08/2018HISTORIA

“Que en Perú San Martín sea tan reconocido a nivel pueblo da mucho orgullo”, dijo la Profesora Gladys Meyer.

“Aún recorriendo las rutas sanmartinianas cuesta entender la inteligencia de este hombre para lograr lo que logró” expresó Juan Galbarino.

Ambos pertenecen a la filial Coronel Suárez del Movimiento Sanmartiniano de Argentina.

Gladys Meyer es Profesora de Historia y acaba de venir de un viaje a la Feria del Libro en Lima, Perú, lo que fue una oportunidad para volver a tomar contacto con la cultura y la historia de ese país hermano latinoamericano, cuyo pasado tiene mucho en común con el nuestro.

Juan Galbarino es Sanmartiniano desde la práctica: recorrió en seis oportunidades los caminos de la Cordillera que usaron San Martín y sus tropas para cruzar los Andes, y empezar el camino de la liberación efectiva de esta zona de América.

En este día, feriado trasladado del 17 de agosto, cuando se conmemoró un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del Padre de la Patria, cuando la mayor parte de los argentinos se encuentra descansando, una oportunidad para detenerse un ratito a leer esta entrevista que habla de San Martín, de su gesta, de lo que le debemos y lo que nos sigue enseñando en torno a la patria, para quien quiera aprenderlo.

“Termino de llegar de Perú el lunes 6 de agosto, y si no sabes historia pasas vergüenza. Todos saben historia y, sobre todo, la historia de San Martín. El taxista, el que te atiende en el supermercado, el señor del hotel. Yo llegué justo para el día patrio de Perú y todos me hablaban de San Martín. Uno sabe que es un personaje reconocido, pero que a nivel pueblo lo sea tanto, palparlo, resulta un orgullo”, dijo Gladys Meyer.

Y agregó: “estaba escuchando a Palenzona, en su discurso en el acto oficial, el viernes, en la Plazoleta Yapeyú, doce años para cruzar los Andes, liberar a tres países… Y fíjense lo que hemos hecho en doce años. Disculpas, pero vino a mi cabeza la comparación de aquellos 12 años con estos otros 12 años. Creo que a San Martín hay que recordarlo, pero también hacer eco de todo lo que él dejó como enseñanza”.

En tanto, Juan Galbarino expresó que “mi experiencia no es tanto en base a los libros, sino a la parte práctica. Me ha tocado, gracias a Dios, caminar las rutas sanmartinianas. Es algo que no se puede entender la inteligencia de este hombre, para lograr lo que logró. Llegar todos al mismo horario, cuando no había GPS, teléfonos, nada, y a Chacabuco se llegó cuando se tenía que llegar. Yo estuve en la cuesta de Chacabuco.

Cuando llegué allí no podía entender cómo se había hecho. Pero claro, ¿quiénes estaban allí? Los baqueanos, los paisanos. A fuerza de velocidad con las mulas, los caballos, iban, llevaban las ordenes, para, en 24 días, cruzar la cordillera y vencer a los españoles”.

San Martín fue “un estratega que, al día de hoy, es tenido en cuenta en todas las academias militares del mundo. Su biografía hasta en árabe está. Los tienen en cuenta hasta los países árabes. Por su rectitud, su hombría de bien. Su carácter. No era manso, tenía un carácter muy fuerte, era parco, no era un hombre populista. Se hacía lo que él decía y tenía que ser así”, apuntó la Profesora de Historia, indicando que “lo que es la guerra de zapa que organizó San Martín es una obra de arte dentro de la estrategia militar. Yo sigo leyendo y siempre maravillándome de todo lo que logró. Porque que todo el mundo respondiera, al mismo tiempo, es una cosa increíble”.

Y se entusiasma Juan Galbarino, sumando apuntes sobre la vida y obra del Padre de la Patria: “el espionaje y contraespionaje que realizó fue increíble”.

“A los españoles les preparó el lugar dónde tenían que ir. Desparramó todo el ejército español a lo largo de 350 kms., en una zona que es de difícil tránsito. Y llega por Los Patos, que era el camino más difícil, el que menos se esperaban. Las Heras llega por Uspallata y se juntan en Chacabuco, mientras que los españoles estaban todos desparramados, viendo por dónde iba a llegar San Martín”.

Cuenta Juan Galbarino que hizo seis veces el cruce de los Andes: “cuatro en Argentina. Repetí Los Patos, que es donde pasa realmente San Martín. Primeramente, había hecho el paso de Uspallata, que lo hace Las Heras, que era el más accesible, por donde iban los cañones. Y el año pasado tuve la suerte, como despidiéndome de los cruces, por donde se despide San Martín de Chile: que es el paso de El Portillo, que desemboca en el valle de Tupungato y sale directamente a Chile. San Martín todas las veces que fue y vino, porque iba solo, cuando venía a Buenos Aires para verse con Pueyrredón (Director Supremo), venía por este paso. Después, tuve la suerte que la Asociación hace el cruce desde el límite de Chile al Pacífico, dos veces, hice todo el recorrido también”.

No por repetido, menos emocionante: “siempre se encuentra algo nuevo y, sobre todo, gente nueva. Siempre uno encuentra algo, alguna anécdota, es una nueva experiencia”.

¿Qué es lo que las nuevas generaciones, las actuales, tienen que aprender del Padre de la Patria? “Ética y moral. Yo creo que con eso tenes salvado gran parte del país”, dice la Profesora Gladys Meyer.

“Yo creo que, si los gobiernos de Argentina se dedican a la educación, es suficiente. San Martín lo decía: la educación es la llave maestra que abre la puerta de la abundancia y hace feliz a los hombres”.