“Güemes era un patriota sincero y decidido por la independencia”.

El lunes pasado fue feriado, corrido del día 17 de junio (fecha de su muerte, en 1821), jornada para poner en evidencia la vida y obra de un caudillo del interior de nuestro país, elemento fundamental de nuestra independencia del dominio español, Martín Miguel de Güemes. 

Para conocer sobre el general Güemes, convocamos a la profesora de Historia, Patricia Maier. 

“En el año 1999 se había declarado el Día de la Libertad Latinoamericana, por todo lo que este caudillo hizo para colaborar con nuestra independencia. En el año 2006 por una ley se lo declara Héroe Nacional, poniéndolo a la misma altura que San Martín y Belgrano. Y recién en el año 2016 se lo declara feriado nacional a la fecha de su muerte”, apunta en el principio de la entrevista.

Claro que, “pasó mucho tiempo para que se lo reconociera y se lo tuviera en cuenta, como uno de los principales pilares, para lograr la independencia de nuestro país y también de Latinoamérica. Fue la persona que ayudó a San Martín, para que pudiera concretar su Plan Continental”.

Fue Güemes y sus gauchos, quien “impidió el avance de las tropas realistas en el norte de nuestro país. Tal vez, si él no hubiese estado, algunas provincias del norte, no pertenecerían a la República Argentina”. 

Es muy interesante, “conocer cómo llevó a cabo ese freno al avance realista. No contaban con los medios y recursos necesario; no tenía un ejército como lo conocemos en la actualidad. Utilizó estrategias totalmente diferentes a las tradicionales, a través de la guerra de guerrillas, con el apoyo de los gauchos y prácticamente toda la población salteña. Él era muy carismático, y era seguido apasionadamente por sus gauchos; era un verdadero líder”.

La guerra de guerrillas, eran “ataques rápidos, sorpresivos, que realmente desconcertaban al enemigo. Donde participaban no solamente los gauchos –que eran hábiles jinetes- sino también mujeres que actuaban de espías, niños y toda la población, que se sumaban en algunas ocasiones a esta política de tierra rasada, para que cuando llegara el enemigo se encontraran con todo devastado y no pudieran obtener provisiones”.

El caudillo salteño, pertenecía a la clase alta terrateniente de la provincia del norte. “No sólo tuvo que luchar contra el enemigo realista, sino contra las trabas que le ponía la clase alta de Salta. Y a su vez, con el poder centralistas de Buenos Aires, que no confiaba en él y no le mandaban recursos. Temían que se transformara en otro caudillo como Artigas, al que se enfrentaban continuamente. Por lo que tuvo que luchar con sus propios recursos, herramientas. Y en más de una ocasión, con muchas carencias. Por esta situación, intentó ser sobornado, muchas veces por el enemigo, pero él siempre se mantuvo fiel a su palabra. Era un patriota sincero y decidido por la independencia”.

Dice que espera, que, en las escuelas, se enseñe más sobre estos hombres, que hicieron grande la patria, y lucharon con coraje y con convicción por la independencia y la libertad de nuestro país.