08/02/2019GREMIOS

Mutual Obreros del Caucho y una obra ejecutada a puro pulmón y convicción.

Un largo trayecto hasta la actualidad es lo que ha vivido la Mutual Obreros del Caucho, desde su creación.

En una época floreciente supo tener su sede administrativa en la avenida Alsina, en lo que es hoy la vinoteca Lo de Joaquín Alberdi.

De lo que fuera su propiedad –que vendieron para pagar el despido del personal que trabaja en el organismo, cuando quebró la fábrica Gatic-, solamente les queda el local que está aledaño, cuyo alquiler contribuye hoy día al sostenimiento del predio que tienen en Santa Trinidad.

En las épocas de crecimiento de la Mutual, llegaron a realizar préstamos personales a los afiliados, compraron la propiedad en Santa Trinidad, con fines sociales y recreativos. Con el recibo de sueldo de cada empleado, se descontaba el pago de la Mutual, a razón de un 2,5% del salario.
Con las empresas que vinieron posteriormente a Gatic, nunca se logró eso, lo que dificultó los años posteriores.

Pero a puro corazón y convicción, un grupo de trabajadores, reconociendo que lo que tenían era el resultado del sacrificio de los trabajadores, cuando en el 2010 apareció el fantasma de la posibilidad de darlo en comodato a otro gremio, resolvieron agruparse en una nueva comisión para volver a sacarlo adelante.

Y lo lograron. Con mucho trabajo de ingenio y trabajo físico también, limpiando un terreno de cuatro hectáreas lleno de hormigueros y pajas bravas que habían crecido en los años de abandono. Y paso a paso, desde el 2010 a la fecha, hoy con solamente 50 socios de la Mutual, lograron recuperar el predio para actividades sociales y recreativas, hicieron un magnífico salón de fiestas, cuentan con varias canchas de fútbol para los torneos amateurs de fútbol que organizan en el año – el año pasado, con 28 equipos compitiendo-, con riego artificial en todo un sector, y el proyecto de nuevas canchas, una cantina y vestuarios, aledaño al salón de fiestas entre otras mejoras.

Rubén Hahn, el Presidente de la Mutual, luego de decir que el grupo trabaja “día a día, para mejorar”, explica que “esto fue desde el comienzo, un terreno baldío, y hoy lo hemos transformado en un predio recreativo y social”.

Recuerda que “la Mutual nació en el año 1987 con el fin de colaborar con la parte de salud médica donde aportaba un 40% a los medicamentos y demás cositas que iban aportando a los convenios que hacían. Al quebrar Gatic, no había trabajadores, no había socios, y además había una deuda a nivel administrativo. Se tuvo que tomar consciencia que algo que había que desprenderse para abonar esa deuda. Salieron adelante los chicos de aquella comisión, y quedó esto –el predio recreativo- y con gran esfuerzo, durante todos estos últimos años, lo hemos convertido un lugar muy lindo”.

Agrega que “este es un recurso genuino de los trabajadores de Gatic, y de alguna manera había que preservarlo, mientras esté la fábrica”.

En el 2010 asumieron el compromiso de poner en marcha. “Había que trabajar mucho para mejorarlo”. Lo que nunca se logró es que las sucesivas empresas –Indular, VDA, Vulcabrás, ahora Daas-, hicieran el descuento de un porcentaje por recibo de sueldo a todos los trabajadores, que se transformaba en prestaciones a través de la Mutual.

“Nunca logramos el compromiso –de las empresas- de poner en marcha esta parte –con los descuentos- por eso no nos quedó otra cosa que transformar el lugar en un predio recreativo y social, que vamos haciendo a medida que la gente se suma. Hoy somos aproximadamente 50 socios”.

Se empezó “con pequeños torneos de fútbol 5; a medida que fuimos encontrando que había un espacio para concretarlos. Máxime que teníamos gente en la fábrica a la que le gusta armar equipos y jugar al fútbol. De ahí nació la preocupación de armar algo más importante porque había una demanda”.

Así, al día de hoy, se generan todos los años dos torneos, uno a comienzo de abril y otro en septiembre, con gran porcentaje de adhesión, a estos torneos de fútbol 9.

En su momento también se realizaron rifas en las cuales cada mes, luego de pagar los premios, con lo que restaba, se compraban inmediatamente materiales. Así se logró hacer un magnífico salón de fiestas, para 120 personas el que se alquila a socios y no socios.

“Nos habíamos fijado un objetivo, y en base a eso, en un año y medio se logró el salón de fiestas”.

En el 2010, cuando un grupo de trabajadores de la fábrica resolvió volver a reflotar la Mutual, para poner en valor el predio con el que contaban, hubo que trabajar mucho. Recuerda esos momentos Rubén Hahn: “había una casa deshabitada; se tuvo que trabajar mucho para poderla hacer habitable. La comisión estuvo trabajando para refaccionarla. En lo que es el salón de fiestas, había quedado un galón de lo que fuera una fábrica de ladrillos, más una parte a levantar, con los sanitarios. Se empezó a trabajar en su momento, para hacer los baños para la gente que venía a los partidos. Desde ahí, con pequeñas rifas, se empezó a trabajar para levantar todo eso. Y al cabo de un año y medio tuvimos la posibilidad de hacer los sanitarios y el fogón. Después llegamos a terminar el salón de fiestas, todo en un total de cuatro años”.

Hoy, “el predio se mantiene genuinamente, con los recursos que genera”.

Al recorrer el lugar, que tiene tanto mano de obra y tanto esfuerzo de la gente que con convicción asumió el desafió de ponerlo en pie, Rubén Hahn dice que “quisimos preservar esto, porque fue un recurso de los trabajadores de Gatic. En el año 1987 había muchos sueños dentro de todos ellos. Quizás, en ese momento, mucha gente soñaba con tener un predio con pileta y todas las prestaciones de deporte. Nunca se llevó a cabo, porque fueron frustradas a través de la quiebra, y con las empresas que pasaron después, no tuvimos el apoyo. En este momento, lo mantenemos con los torneos de fútbol y el alquiler del salón”.

Lo que se ve hoy es el resultado de “mucho trabajo, mucho compromiso de la comisión y siempre, con el fin que esto mejore. Van casi diez años de poner en marcha esto, y de alguna manera, estamos viendo los frutos. No terminamos de pensar y de soñar”.