09/04/2019GREMIOS

Gremio UTICRA.

Con muy pocos afiliados la situación del gremio y su obra social son una radiografía de la caída del empleo y del panorama general. Fuerte recesión, despidos masivos, corte de la cadena de pagos y un programa económico que asfixia la producción.

Es obvio que la situación económica y laboral es muy complicada. Se palpa, se ve, se siente y se sufre. En el territorio que supo identificarse con la orgullosa bandera de la fabricación de calzado, primero a través de lo que fuera la fábrica Gatic, y luego también desde los numerosos emprendimientos de calzado, ahora es perceptible que esa bandera está raída, gastada, rota, y que ya no se puede ondear como entonces.

Es que la realidad económico-social y las políticas implementadas por los gobiernos se encargaron de destruir esa bandera. O, dicho de otro modo, en la ciudad donde se fabricaban 10 mil pares de calzado por día, y donde venía gente de la zona a buscar trabajo, ahora ya no tiene ni para los propios.

Mariela Holzmann, Delegada del gremio UTICRA, que nuclea a los trabajadores de los talleres de aparado de calzado, hizo una radiografía de cómo está la cosa.

“Nosotros, en Coronel Suárez, estamos en una situación crítica en el sentido que se ha cerrado todo, prácticamente no hay afiliados sindicales, esto está ya sabido desde hace un año y medio atrás, que fueron los últimos cierres de empresas, los talleres. Seguíamos sosteniendo la obra social, seguimos aún, pero hoy nos encontramos con muchísimas dificultades. Esto era sostenido a nivel nacional –la delegación de Coronel Suárez-, como todos saben, es de público conocimiento, hay fábricas y empresas muy importantes que han ido cerrando y que han hecho que este gremio decaiga totalmente en su masa de afiliados, que es lo que sostiene al núcleo de lo que es el sindicato, como la obra social. Hemos perdido, en estos cuatro años, 15 mil afiliados, el gremio a nivel nacional”.

¿Y en Coronel Suárez?

Responde Mariela Holzmann que “se puede encontrar abierta la empresa Shigar, y la empresa Cinco Estrellas, de Raúl Fernández. Esas dos nuclean cuatro o cinco trabajadores en una, en otra hay dos. Si bien habíamos pedido una inspección para hacer un trabajo normal, como corresponde, no nos ha llegado el blanqueo de unas personas que encontraron trabajando. Pero sabemos que están con un cupo muy chiquito, prácticamente con nada”.

Y agregó: “por supuesto que sabemos que hay variantes, que esto que ha subido el dólar, ha ido bajando el trabajo para producir lo que es la capellada otra vez. Pero la están desparramando con trabajadores que saben de su rubro, pero se está haciendo de forma particular. En domicilios, muchísimo. Bien por los trabajadores. Porque, ¿qué se puede decir hoy, en esta situación? Todos sabemos que no es lo ideal, pero tampoco es el momento. Sí está mal. Es un trabajo en negro encubierto. Decirle a todos aquellos que lo hacen que está mal; y no lo está de parte del trabajador, sino de parte de aquel empresario que lo lleva a domicilio”.

El dólar alto está frenando la posibilidad de importación de capelladas, “y se está empezando a trabajar un poquito en esto. Pero es apenas un deslumbre que vemos. Mucha gente está trabajando de esta forma y llevando el sostén a su casa”, dijo Mariela Holzmann, agregando que “estamos retrocediendo en el tiempo totalmente”.

En diciembre se cumplieron 10 años que Mariela Holzmann está al frente del gremio a nivel local, y recuerda que “tuvimos 450 afiliados. Hoy puede haber 10 afiliados en total. Uno trabaja con fe, esperando que esto se revierta, pero bueno, lo que tenemos que sostener y lo que es muy grave es la obra social. Entiendo que hay muchas obras sociales con muchas dificultades, y la nuestra, en todo este trayecto que hemos pasado, no escapa a eso. Estamos en una situación gravísima. Hoy con corte de servicio. Para mí, que trabajamos tan duro y tan fuerte a pesar que, durante 10 años, los talleres en Coronel Suárez, si bien hacían la retención de nuestros trabajadores, no lo aportaban, siempre se pudo sostener porque a nivel nacional la cosa iba bien y nos sostenían en Coronel Suárez. Ahora todos estamos mal y uno no puede sostener al otro”.