21/11/2018GREMIOS

Asociación Empleados de Comercio.

Con 2.700.000 pesos de superávit y el proyecto de construir un salón de fiestas para sus afiliados.

El viernes pasado la Asociación Empleados de Comercio desarrolló su Asamblea Anual Ordinaria.

Contó con escasa participación de afiliados, cuestión que lamentó Fabián González, el Secretario General de la entidad.

La memoria y balance arrojó un superávit interesante para una entidad gremial que tiene una muy linda sede propia, farmacia y que además cuenta con una propiedad muy amplia en la calle Belgrano al 2000, donde proyecta construir un salón de fiestas y auditórium en una planta superior.

González dijo a La Nueva Radio Suárez que “lamento que la gente no participe, a pesar que estuvo convocada en tiempo y forma como corresponde. Entiendo que la gente ve que está todo funcionando y en regla, pero para mí es importante que participen, porque es el momento que uno tiene para rendir cuentas, para explicar y mostrar lo que hemos generado”.

El balance “ha dado el mayor superávit que hemos tenido en todos los años que estamos al frente de la institución. Es esperable que el afiliado venga y pueda charlar con él y explicarle de qué forma hemos logrado eso”.

Anticipó que la memoria y balance han sido aprobados, “arrojó 2.700.000 pesos de superávit, que es importantísimo en los tiempos que corren para la institución. Así que realmente estamos muy contentos como Comisión Directiva. Ahora estamos viendo en qué vamos a invertir esa plata, para el año que viene, generar otro superávit y demostrar que todavía se puede seguir teniendo flujos de dinero en los bancos –la plata está en cuentas de la Asociación- y ver qué vamos a construir, invirtiendo el dinero que quedará para los afiliados y futuros dirigentes”.

Agregó el dirigente mercantil que “el capital que tiene el Sindicato está también en este edificio, que es una de las sedes más lindas. La hemos hecho muy funcional, este año se terminaron de construir los consultorios, donde inicialmente habíamos hecho el salón. Y ahora, en nuestra propiedad de Belgrano al 2200, vamos a empezar a construir los salones, depósitos. Allí tenemos un gran galpón con un gran terreno. Es muy grande. Da el lugar para un salón de fiestas de 150 personas y sigue habiendo espacio. El anteproyecto que presenté en la Asamblea es poder hacer un salón, con un segundo piso para un auditórium. En la parte de adelante hacer una especie de casa de fiestas infantiles. Nosotros tenemos nuestros inflables que deambulan por las casas de los afiliados. La idea es poder contar con el lugar para ofrecérselos y tener ahí todo lo que se necesita para festejar un cumpleaños. En la parte de atrás iría un depósito para nuestros archivos, cosas de Navidad, ortopedia para nuestros afiliados. La idea es que algún arquitecto lo tome y empezarlo a construir por etapas, en los primeros días del próximo año. Nuestra Asociación en el 2021 va a cumplir 120 años, es el primer Sindicato de Coronel Suárez y el primero de Comercio en el país. La idea es tener ya avanzada la obra para poderla mostrar en ese año”.

Más adelante, y al preguntarle si este año los afiliados de Empleados de Comercio disfrutarán de las instalaciones con pileta abierta del Aero Club, dijo que se ha dejado sin efecto ese convenio, por lo que se resolvió pagar parte del uso de piletas en los clubes de Coronel Suárez.

Al respecto, Fabián González dijo que “con el Aero Club hemos tenido un par de inconvenientes puntuales. Uno, cuando el año pasado subalquilaron para un casamiento en los horarios que nosotros teníamos la pileta, utilizando parte del predio. No fuimos consultados para ello; teníamos que compartir los baños, nosotros teníamos el predio ya hermoseado, porque cuando lo agarramos estaba destruido. Así que realmente eso nos molestó”.

“Otro de los problemas fue que tuvimos un montón de inconvenientes –que no se subsanaron nunca más en el buen diálogo que tienen que tener los dirigentes para trabajar en conjunto- que fue cuando se quiso hacer la fiesta de Martín Torres, donde también habían subalquilado. La fiesta nunca se hizo, pero se rompió parte del predio porque tenían que pasar cables, pasaban cables por cerca de la pileta, que se mojaban, habían utilizado un escenario que nosotros habíamos construido y lo hacían sin autorización. Es verdad que el Aero es el dueño del predio, pero teníamos un marco de convivencia, y si las dos instituciones estábamos trabajando en conjunto deberíamos haber sido respetados. No lo fuimos. Nunca más se subsanaron estos inconvenientes y se sumaron un par más. Por eso decidimos dejar el predio. Con mucho dolor, mucha angustia”.