14/06/2019EDUCACION

Pequeños Guardianes, Grandes Maestros.

Una innovadora propuesta en la Feria de las Ciencias.

Un simpático grupo compuesto por cuatro alumnos de 3er año de la Escuela Primaria N° 8 de Huanguelén se manifestaba por la mañana del jueves dispuesto, sin ningún tipo de timidez, para explicar a quien quisiera preguntarle sobre su proyecto de cuidado del medio ambiente, en el que vienen trabajando desde hace tres años, desde que iniciaron primer año.

Pequeños Guardianes, Grandes Maestros. Ese es el nombre del proyecto. Y es la mejor definición para este grupo de niños, representantes de otros 40 más o menos, que se quedaron en Huanguelén, porque a Feria de Ciencias concurre una representación limitada a dos chicos, que, en este caso, se amplió a cuatro.

Lorena González, la docente que planteó el proyecto cuando los niños ingresaron al primer año, dijo que “se tomó una problemática ambiental, social: había muchos envoltorios de golosinas, cáscaras de fruta, etc., tiradas en el piso, en el SUM de la escuela. Rocío Táccari, encargada de Medio Ambiente en nuestra localidad, nos llevó la propuesta ‘Yo quiero a mi Huanguelén limpio’. Fue así que a través de un proyecto institucional que elaboré propuse este proyecto y lo hice transversal a las áreas de Lenguaje, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales. Por eso hoy vemos varios objetos que forman parte del stand que fueron construidos por los chicos”.

La docente se refiere a adornos navideños, a fanales para velas, figuras de mascotas, disfraces para jugar, todo hecho con elementos reciclados.

Lautaro Vitale, Juan Ignacio Echeverría Hubert, Gimena Wild y Martina Christensen hablaron con mucho entusiasmo de todo lo que hay que hacer y lo que no para reducir lo que mal llamamos basura.

“Se trata de cuidar el medio ambiente. Hay que cuidar el planeta. Reutilizando, reciclando y reduciendo. Y concientizando a la gente”.

“Nosotros podemos reducir lo que se tira con eco ladrillo. Se junta toda la basura en una botella, porque si no quedan volando todos los papeles brillantes, se lo comen los pájaros”.

“Esto es un eco ladrillo –muestran los niños-, de esto hacemos las eco mascotas”. Y muestran a un simpático gatito negro realizado con estas botellas plásticas rellenas de papeles de golosinas. Cuentan que “esto lo hicieron los guardianes aprendices, que son los de 1er grado de la Escuela N° 8 ‘Bernardino Rivadavia’”.

Muestran otras de sus producciones, un fanal, y cuentan cómo se hace, utilizando todos elementos reciclados. Con el mismo entusiasmo explican de manera práctica cómo hacer una especie de canastitas que terminan siendo parte de un adorno navideño.

Y enseñan, para quien quiera aprender, la mejor manera de hacer compost: “a las cáscaras de huevo las podés dejar en lo húmedo o llevarlas al compost. Se pueden moler y dejarlas en las macetas o cerca de las plantas, para que las babosas y caracoles no vayan. En el compost va todo lo orgánico: yerba, cascaras de huevo, de fruta, de verdura, el saquito de té que va entero, porque no es papel brillante, que tarda un montón en degradar”.

La compostera, explican, es fácil de preparar: “nosotros, con dos baldes de helado, a uno le hicimos agujeros y lo pusimos arriba. Ese lleva lombrices californianas. El otro, de abajo, recoge los líquidos lixiviado, que es fertilizante para las plantas, que las hace más fuerte, para que vivan más”.

Con niños así, con este compromiso, no hay dudas que este planeta enfermo por conductas de los adultos tiene posibilidades de recuperarse.