23/03/2019EDUCACION

Dr. Daniel Fernández.

“Los docentes somos conductores de un tren, que tenemos arriba alumnos, y si somos directivos, docentes. Lo que tenemos que hacer es que en ninguna estación se nos baje ninguno. Que todos sigan en ese tren, hasta el final del recorrido”.

Estuvo el viernes en Coronel Suárez el que hasta ese mismo día era el Subdirector de Concursos Docentes y Pruebas de Selección de la Provincia de Buenos Aires y que, en su momento, fue titular del Tribunal Central, organismo que corresponde a la Dirección General de Escuelas.

Fue para participar del acto de celebración de los 10 años del Tribunal Descentralizado con sede en Coronel Suárez.

Tiene un vasto currículum, docente en varias áreas (profesor en Ciencias Políticas y Postítulo en Gestión Administrativa) y abogado especializado en Derecho Administrativo Docente. Autor de varios libros, el viernes brindó una charla en el Concejo Deliberante sobre el impacto de lo administrativo en las trayectorias escolares.

En diálogo con La Nueva Radio Suárez explica que “muchas veces pensamos que lo administrativo –decidir sobre un traslado, un servicio provisorio, una acción que le corresponde a un docente- es sólo un trámite, y detrás lleva un impacto en los alumnos, en los docentes, y lo que hoy llamamos la trayectoria, que es el camino del docente y los alumnos en la institución escolar”.

Brindó algunos ejemplos al respecto.

“Desde el punto de vista del docente, si un docente titular tiene una situación particular en su vida, que lo lleva a tener que pedir un traslado, un movimiento o un servicio provisorio, que es algo momentáneo, de una escuela a otra, el traslado se le da si cumple determinados requisitos.

Pero, además, de esos requisitos que estaban en la normativa tradicional, hoy intentamos que se contemplen otras situaciones. Por ejemplo, cómo va a arribar ese docente a la nueva escuela, en qué época del año va a arribar y cuál va a ser el impacto que va a tener en la materia que tome a dictar nueva, o en el cargo que vaya a desempeñar nuevo. Porque esto es la cara de la moneda; del otro lado está el alumno que viene con un trabajo, un proyecto, con un docente, de una manera determinada y tendrá que adaptarse”.

Por otra parte, especificó que, desde el punto de vista de los alumnos, “en el modelo tradicional, educativo, que es lo que vamos a hablar ahora, se pensaba que los alumnos tenían una edad para un determinado grado y un determinado lugar, y hoy sabemos que no siempre se empieza a los seis años y se termina a los 14 o 15. Sino que el alumno puede empezar a los 6 y por problemas familiares dejar un año, o quedarse en su casa o no concurrir. Entonces, el acto administrativo que estamos diciendo, que es un papel, debe superar la regularidad de faltas y debe pensar en un plan de continuidad pedagógica, para que ese alumno que se escapó, por decirlo de alguna manera, pueda volver al sistema y podamos garantizar su ingreso, su permanencia y su egreso en el sistema educativo”.

Sintetiza todos estos conceptos en la siguiente imagen: “los docentes somos conductores de un tren, que tenemos arriba alumnos, y si somos directivos, docentes. Lo que tenemos que hacer es que en ninguna estación se nos baje ninguno. Que todos sigan en ese tren, hasta el final del recorrido. Y todas las manos van a eso”.

El Dr. Daniel Fernández anunció en el final de la nota que el del viernes, en Coronel Suárez, fue su último acto como Subdirector de Concursos Docentes y Pruebas de Selección. Fue en el marco de la respuesta sobre lo que piensa sobre educación y escuela pública.

“Pienso que la educación pública debe aggiornarse a la escuela del Siglo XXI y en eso estamos. En ese modelo de intentar que no se escape nadie de ese tren y que estén todos adentro. Una educación que debería ser no sólo inclusiva, sino de calidad. La calidad es que el egresado, tanto del nivel primario como secundario, pueda tener dos posibilidades: una, insertarse en el mundo social y del trabajo, y otra, seguir en estudios superiores. Esto se lo digo con absoluta honestidad. Hoy es mi último día de función. La gestión decidió limitarme en mis funciones, buscando otro perfil, que no es el mío. Entonces, mucho más no le puedo decir. La vida es así. Sabemos que somos funcionarios públicos con fecha de vencimiento. La mía llegó en este momento y tal vez no tengo el perfil político para el cargo que ocupo. Creo que profesionalmente lo tengo, pero esto es así. Estamos para que haya más y mejor educación en la provincia, desde el rol que tengamos. Yo volveré a mi cargo de base y voy a seguir trabajando y aportando capacitación, y lo que sea necesario. La gestión la ocupará otro, que seguramente llevará adelante lo que iniciamos”.