27/11/2020CULTURA

Zulma Asla Etcheverry presenta algunas de sus obras, en el Circuito de Arte

Con respecto a este tiempo de pandemia, dijo que “incursioné en varias técnicas nuevas, pinté y sigo pintando, como si al otro día tuviera el compromiso de estar presente en la mejor muestra. Esa fue mi cuarentena”

Cardos. Los mismos que cultiva y con los que les gusta hacer experimentos. Poner sus flores en floreros, disecar sus hojas, pintar las transformaciones que se van produciendo en cada proceso.

Zulma Etcheverry nos cuenta, en una entrevista, que Arte BA propone “una semana de arte. La invitación llega a Isidoro, porque somos parte de una red de galerías. Son 50 galerías, y a su vez estamos en otra galería, que se llama Panorama. Participamos 27 galerías en ella, en la que está incluida Coronel Suárez, a través de Isidoro, que fue seleccionado para articular todas las actividades de varios lugares, de distintas ciudades”. Explica que “están participando en esta propuesta ocho artistas, entre ellos me encuentro yo”. 

Sobre su obra, dice que “fueron seleccionados grabados y también algo de pintura. Yo siempre pinto cardos, porque los cultivo. Hay cardos grabados y otros pintados en cuadros. Eso es lo que estoy mostrando en Isidoro”. 

“Hay un tipo de cardo que nace en mi jardín. Nacen muchos, porque semillan y se multiplican. Pero dejo, en lo posible, uno o dos. Por ahí también en maceta. Para mí es una planta muy atractiva, que marca presencia, muy grande. En estos momentos, a la entrada, tengo uno que mide dos metros, y que ya está floreciendo. Eso es lo lindo. Yo encontré que es una planta muy linda. Tal vez me recuerde mi infancia, donde, cuando andaba a caballo tenía que andar esquivándolos, para que no me pincharan. Siempre me gustó mucho su flor”. 

Zulma explica que el cardo no es solamente bello como planta ornamental en el jardín, sino que tiene varias propiedades. 

“Antes había cosechas de las semillas. Me llamaba la atención ver en un campo cercano de aquí, pilas de semillas, como podía ser trigo suelto, eran semillas de cardo, que se vendía al exterior para hacer medicamentos hepáticos. Tenía, antes, un gran valor”. 

Dice que este tiempo de aislamiento y distanciamiento no apagó a la artista que la anida. 

“De ninguna manera, con lo que tenía empecé a trabajar como si al día siguiente tuviera la mejor muestra. Incursioné en varias técnicas nuevas, pinté y sigo pintando, como si al otro día tuviera el compromiso de estar presente en la mejor muestra. Esa fue mi cuarentena”. 

Zulma Asla Etcheverry, presente en Isidoro, en esta propuesta de Circuito de Arte.