“Más crianza, menos terapia” o cómo ser padres en la sociedad de hoy.

Aunque parezca increíble, la recomendación parte, justamente, de un terapista, Luciano Lutereau, que es psicoanalista, Doctor en Filosofía y Doctor en Psicología por la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde trabaja como docente e investigador en la Facultad de Psicología y en la Facultad de Filosofía y Letras. Magister en Psicoanálisis y especialista en Psicología Clínica por la misma universidad, además de ser docente en otras universidades, dicta cursos y es autor de varios libros.

El pasado sábado visitó Coronel Suárez, durante la mañana mantuvo reuniones de trabajo con profesionales, y por la tarde presentó su último libro: “Más crianza, menos terapia”, en el Mercado de las Artes.

“Es un desafío ocuparse de la crianza de un niño hoy en día. Sobre todo, cuando el mundo actual no les hace mucho lugar a los niños. De un tiempo a esta parte vemos que cada vez más hay lugares que restringen el acceso a los niños, lugares de vacaciones sin niños. El mundo parece estar pensado para parejas o para personas solas. En este sentido, el lugar de los niños en el mundo es cada vez más restringido y eso hace que quienes se deciden a formar una familia y apostar a la crianza de un niño muchas veces se encuentran con grandes problemas, en lo cotidiano. Desde la organización del tiempo, dado que también la jornada laboral se amplía cada vez más. Aparte de eso, el impacto de la tecnología hace que cada vez más estemos con los niños y haciendo alguna otra cosa, ya sea respondiendo un mail, mensaje, WhatsApp”.

Por todo esto, los padres, “llegan a la consulta contando que, si no están desbordados todavía, se les hace un poco difícil tener el espacio y el tiempo para acompañar a un niño en su crecimiento. Por eso, este libro está escrito no sólo para profesionales o para especialistas, sino también para padres, buscando conversar con ellos, abriendo algunas preguntas”.

Considera Luciano Lutereau que, en esto de la crianza de niños, “hay algunas cuestiones que son típicas. Ver que algo que nos pasa a nosotros también les pasa a otros, nos sentimos un poco más fuertes para buscar soluciones y no tanto quedarnos aislados. Esto que digo es importante porque una cuestión que se ve mucho en la consulta hoy en día es que por ahí los padres consultan por cuestiones que no son tan importantes, que son propias del crecimiento. Y eso tiene que ver con que nos genera mucha ansiedad un niño que no se adapta fácilmente. Y los niños crecen, por lo general, desadaptándose. Entonces, los padres llegan a la consulta buscando una terapia o una escuela, recomienda un tratamiento, cuando quizás no hay la necesidad de un tratamiento. Por eso, el libro propone menos terapia, cuando no es algo necesario”.

La otra cara de eso, “es que frente a situaciones que son significativas por ahí se demora la consulta. Ahí sí tenemos un problema. Si se demora la consulta hay cuestiones que, agarradas a tiempo, es mucho mejor”.

Lo importante es, “sabiendo que los tiempos de cada uno son singulares, sí poder ubicar indicadores que son importantes a la hora de querer determinar si efectivamente tiene que ver con un crecimiento distinto y si tiene que ver con un retraso”.

Sintetiza que muchas veces “estamos acostumbrados a consultar por lo urgente, que muchas veces no es lo importante. A veces lo importante no es algo que llama mucho la atención, que nos hace correr; es algo a lo que nos vamos adaptando progresivamente”.

Da un ejemplo: “los miedos infantiles, la dificultad para dormir solo es muy típico en los niños hoy en día. Ahora, eso que de por sí no es algo patológico, cuando con el tiempo un chico de 6, 7 años, que no tiene autonomía para dormir y no se está pudiendo quedar en la casa de compañeros, que empieza a limitar su vida social por ese tema, ahí ya nos estamos encontrando con algo que hubiera sido necesario hacer una consulta en algún momento”.

Anunció que está trabajando en un próximo libro, “Esos raros adolescentes nuevos”, que es la continuación del libro que viene a presentar hoy a Coronel Suárez.

“Lo que planteo en este próximo libro es una cuestión muy grande en lo que tiene que ver con la filiación o con el pasaje de una generación a otra. Yo concluyo el libro de crianza diciendo que mi generación, los padres de hoy en día, somos hijos que hemos tenido hijos sin dejar de ser hijos. Esto es conservamos todavía, muy acentuada, una posición infantil, lo que hace que nos cueste mucho ocupar lugares de autoridad, por ejemplo. Esto se traslada a la crianza de jóvenes o al acompañamiento de jóvenes, donde hoy en día los jóvenes no sienten que tengan que enfrentar. Hoy en día encontramos con que los jóvenes no realizan esa confrontación generacional en el ámbito doméstico, de la casa. La están haciendo a nivel social. En busca de algún tipo de autoridad van hacia limites más amplios. Lo vemos con movimientos de jóvenes que cuestionan patriarcado, la autoridad del Papa, cuestionan la ley en un sentido más amplio. Cuando no encuentra en la casa con quien confrontar sale a confrontar con estructuras mayores. Y eso hace que los jóvenes por ahí estén expuestos a una autoridad mayor. No es lo mismo desafiar a la autoridad del padre en la casa que cometer un acto delictivo. Si uno leyera la descripción del adolescente delincuente de hace cincuenta años se parece mucho al adolescente normal de hoy”.

En el cierre de la entrevista explicó: “que un terapeuta diga menos terapia quiere decir que hay que saber muy bien cuándo hacer un tratamiento. Muchas veces notamos, lo noto en mi práctica y quienes trabajan en mi equipo también lo notan, que cuando hacemos una entrevista con padres por algún tema muchas veces, con algunas entrevistas de acompañamiento y orientación a esos padres, la cuestión pasa a otro estado y sede. Quizá no era necesario el tratamiento para el niño. A veces son algunas entrevistas donde el terapeuta ayuda a los padres, orientándolos para que puedan pensar algo que no habían visto o repensar algo de la dinámica familiar. En ese sentido yo recupero mucho la idea de consejos para padres, de ayudar a los padres en un mundo que no les hace mucho lugar”.