23/03/2019CULTURA

Lorena Pronsky visitó Coronel Suárez.

“Se puede seguir con las heridas puestas”, dijo en entrevista exclusiva previo a la presentación de su libro en la Biblioteca Sarmiento.

Psicóloga y escritora, son dos actividades íntimamente relacionadas en la vida de Lorena Pronsky. Una actividad retroalimenta a la otra.

Seguida en su página de Facebook y en Instagram por miles de personas, plantea una mirada diferente de la autoayuda. O más bien, reafirma en sus mansajes que cada uno se ayuda a sí mismo, y aunque roto se puede seguir caminando igual.

Justamente, vino a Coronel Suárez a presentar su libro “Rota se camina igual”, invitada por la Biblioteca Popular Sarmiento.

En diálogo con La Nueva Radio Suárez dijo que sus dos actividades van juntas porque “desde chica estuve en ese límite de qué iba a hacer cuando fuera grande. Si iba a estudiar letras o estudiar psicología. Finalmente, me decidí por la psicología y el impulso me terminó llevando a escribir. Así que ambas vienen juntas y de la mano. No es una sin la otra. Inclusive, cuando escribo, uso un montón de lenguajes y herramientas que tienen que ver con la psicología”.

Sobre su libro dijo que “es una nueva mirada. Desde el mismo hartazgo de los libros de autoayuda que proponen ‘los diez pasos para ser feliz’, etc., libros que plantean recetas o fórmulas mágicas. En estos micro relatos, que están todos basados en una parte de la vida, el dolor, la herida, el desamor, el desconsuelo, cómo uno puede usar eso que nos está pasando para poder ir hacia uno mismo y ver con cuáles herramientas cuenta para ir hacia adelante. Se trata de ya no ir hacia afuera para buscar algo que nos calme, nos tapa, nos haga olvidar, sino ir hacia uno mismo, ir hacia adentro, animarse a eso. Uno dice al que está rota o roto que ‘tiene que ir hacia adentro’, hacer el proceso, la soledad se les impone como un desafío, que es una locura, ¿qué hace en la soledad? Uno se autoconoce, se conoce a sí mismo, busca las herramientas, se encuentra que es resiliente de situaciones que por ahí desconocía. Se trata de aceptar el dolor como parte de la vida, para poder salir de una manera distinta, entendiendo que se puede seguir igual. No es que nos tenemos que quedar abrazados a la angustia, al dolor; se puede seguir con esa herida puesta”.

Agrega a estos conceptos que “no se trata de batallar el dolor, sino de poder asumirlos, como parte de la vida. El problema está en que todos pensamos que no tenemos que tener problemas; ‘¿por qué me tocó a mí?’, y la verdad que cuando uno lo asume como parte de la vida y se pregunta, ‘¿con esto qué hago?, ¿con qué herramientas cuento?’, me separé, falleció alguien, lo que fuera. ¿Qué hago? Si me voy a resistir esto va a permanecer, y eso no va a resolver nada. Es tan simple como decir ‘es parte’, y seguir con lo que uno tiene”.

“Si uno no pone el cuerpo nadie puede hacer el trabajo que es nuestro. Nadie. Yo trabajo con chicos que tienen problemáticas de adicciones, y siempre decimos que uno puede brindarles mucho, puede asistirlos desde un montón de lugares, pero el único que va a hacer el tratamiento va a ser él. Es uno mismo y la decisión de querer resolver” dijo Lorena Pronsky.