27/05/2020CIUDAD

Una gran pérdida: la Lic. Claudia Biurrarena dejó la conducción del Servicio de Violencia.

“Nunca se tomaron medidas tan profundas en la problemática de violencia. Y son dos pandemias igual de importantes”.

Hasta la semana pasada fue Directora del Servicio de Violencia que depende de la Municipalidad de Coronel Suárez. Después de 22 años de labor en el servicio decidió renunciar a su cargo, y a partir de esta semana trabaja en el área de Discapacidad de la Comuna.

No puede de dejar de considerarse esta decisión tomada por la profesional como una gran pérdida para el área, porque se trata de una persona perfectamente formada a lo largo de todos los años de carrera en esa función, con una amplia visión en perspectiva de género. Y con claridad de conceptos en cuanto a las políticas que deben ponerse en vigencia para alcanzar derechos que están hoy enunciados, pero cuesta poner en práctica. 

“Como toda decisión importante en la vida las razones son bastante profundas. Son de orden personal, profesional y de servicio, en ese orden”, explica.

Dice que empezó siendo una decisión personal por razones muy internas. Es mucho tiempo trabajar con una problemática que es arrasante y compleja. Con todas las dificultades que conlleva la tarea diaria. Sumado a las cuestiones de servicio. Yo tenía una coordinación a cargo, dos sectores, la Casa Refugio más la coordinación del equipo. Todos los que trabajamos en la vida sabemos que el Estado tiene sus características particulares. Hay vaivenes, cambios permanentes. Somos una institución municipal que también está ligada a los cambios no solamente de las autoridades, sino de los partidos políticos que van asumiendo”.

Agrega que “hoy hay una concientización en las problemáticas de violencia y muchos enunciados. Todos sabemos el recorrido que se ha hecho en Coronel Suárez, en Argentina y en el mundo, y creo, personalmente, que falta mucho recorrido por andar”. 

Dice que “falta aplicar recursos, las leyes que están en vigencia. Y realmente, una concientización muy considerable de la problemática. En ese día estamos con una deuda pendiente. De hecho, la cantidad de femicidios que hay demuestra que no hemos podido abordar la problemática como corresponde”.

Consultada al respecto, la Lic. Claudia Biurrarena dice que “contextualizando lo que está sucediendo hoy con el Covid, nunca se tomaron medidas tan profundas en la problemática de violencia. Y son dos pandemias igual de importantes. Lo digo para que la gente lo entienda. La violencia también está considerada una pandemia. Y uno ve, ante dos pandemias, cómo se actuó mundialmente en una y cómo se actuó en la otra”.

Expresa que cuando se las escuchó plantearon que “estamos ante un contexto muy crítico, muy difícil, algo desconocido (el de la pandemia por Covid). Pero también tenemos otro contexto, en las mismas condiciones y no se puede desatender uno por otro (el de la pandemia de violencia)”.

Agrega que el tema “es muy amplio, muy complejo; y no es con una sola mirada, con decisiones puntuales o visiones reduccionistas”. 

Dice que es “muy importante la aplicación de la Ley Micaela, cuando se la empiece a aplicar. Pero no de enunciados. El tema es interpelarse. Primero, desde lo personal. ¿Qué me están queriendo decir? ¿Qué no estoy viendo con respecto a la igualdad de género? Pasarlo por uno, y después hacer ese cambio tan necesario, cultural, para que no se tolere más ningún tipo de violencia, no solamente la extrema”.

Es que nos estamos quedando en los enunciados, en los discursos. “Las decisiones políticas son también con compromisos y con recursos presupuestados. Y algo que veo que está sucediendo, y que me parece inapropiado, es hablar cuando no tiene un conocimiento profundo. Y eso uno lo observa a todo nivel”.

Dice que su decisión “fue muy analizada, pensada, conversada con mi familia, mis afectos más cercanos. Quienes me conocen sabían que yo hace unos cuatro o cinco años venía pensando esto. Era como una expresión de deseos, ante momentos muy difíciles. Y hace unos años empezó a anidar esta posibilidad, a preguntarme cómo sería mi vida fuera de un lugar que elegí profundamente. Donde pasé muchos momentos, muy complejos, y un lugar de mucho disfrute también. Creo que no me quedaron, a mi etapa de gestión, en el servicio, objetivos por cumplir”.