05/11/2020CIUDAD

Los días en Malvinas acompañados por los "demonios" dentro de nuestras cabezas

Por el Dr. Rubén Brodsky.

 

Parecíamos casi indolentes. A veces apáticos e indiferentes.

El quehacer de todos los días lo hacíamos sin más, simplemente porque había que hacerlo.

Salíamos de nuestra posición y "andábamos" y cada uno se dedicaba a sus tareas específicas así como andábamos, volvíamos, nos metíamos dentro de ella y a esperar el día siguiente.

Pero como es que ocurría esto?

ESTABAMOS EN GUERRA. !

Acaso éramos una especie de RAMBO que esperamos los hechos con frialdad y calculábamos nuestros siguientes pasos y actuábamos en consecuencia, llenos de armas, musculosos, un poco sucios pero siempre con una mente de acero?

A medida que los hechos se iban sucediendo nos fuimos transformando de aquel inocente ser humano en un animal, así sin quererlo.

Como es que ocurría esto? Al principio las inclemencias del tiempo y las propias dificultades para resolverlas; luego el problema "habitacional" (primero viví en una veterinaria/estación meteorológica, de ahí al gallinero y finalmente a nuestra posición-todo esto narrado más arriba); las necesidades básicas como los baños (pozos de por ahí, detrás de las piedras por las que siempre pasaba alguien y naturalmente te preguntaban dónde estaba tal o cual unidad y uno "con sus cosas"), las diferencias entre las necesidades calóricas de alimentación versus las reales que podíamos recibir; ni que decir el hecho de transportarnos en terrenos que eran más que impropios a la hora de ir venir en búsqueda de la distribución de comida, el aporte de sanidad, la evacuación de la tropa herida.

Los baños como una buena ducha (me bañé 3 veces) o mirarnos en el espejo para afeitarnos como ordenaba nuestro jefe, casi, casi había que "pagarlo" valor oro, ya que no era posible.

Entonces, por ejemplo, nos afeitábamos sin mirarnos la cara y con lo que teníamos a mano, nada de afeitadora eléctrica y siempre alguna hojita gillette, que de tanto usarla y compartirla la pobre se nos venía "abajo"...

Además el "pequeño detalle" de la guerra.

La metamorfosis fue lenta y sostenida, y creo que fue lo mejor, porque "cuerdos" hubiera sido muy cruel todo. Nos acostumbramos a ese hecho y así vivimos.

Sin embargo "los demonios" acechaban nuestras cabezas. Comenté al principio que llegaba la noche y con ella "los demonios", pero la verdad es que estaban todo el día.

Ellos estaban vinculados con el hecho de que si bien "animales", también, no es menos cierto, que éramos hombres y mujeres que estábamos pasando una situación máxima de stress, razón por la cual nos permitíamos hechos de debilidad, de los cuales no podíamos separarnos.

Temíamos cada ataque y a veces lo recibíamos como si fuera el último, tan cerca estábamos de la muerte, y eso nos hacía pensar y lo hablábamos

Lo terrible del avión tirando bombas, ametrallando, pasando por ahí, hasta que los rechazábamos era de una envergadura gigantesca.

Los barcos cañoneándonos y nosotros ahí, al principio fue como "tiremos al blanco"(el blanco éramos nosotros).

Esto agregaba "demonios" o mejor dicho miedo, inseguridad, desprotección, a veces terror...era tremendo.

Sin embargo por estas cosas que teníamos, nos levantábamos, repelíamos el fuego enemigo y ahí fue donde se empezó a sentir "O ELLOS O NOSOTROS".

Y nos teníamos aprecio, así que fue NOSOTROS lo que hizo que ante cada "demonio" le anteponíamos la consideración a nosotros mismos.....