18/06/2021CIUDAD

“El aplauso se terminó, pero ellos siguen”: el conmovedor relato de un vecino que fue testigo de la labor desesperada del personal de Salud para salvar una vida

Raúl Fernández es un vecino de nuestra ciudad que, hace alrededor de cuarenta días, padeció COVID-19, con la fortuna de que ni él ni su esposa debieron requerir de internación. De todos modos, en una entrevista en el aire de la 101.3, relató una situación que presenció en el Hospital Municipal “Raúl A. Caccavo” el último miércoles.

En principio, contó que, consecuencia de la neumonía, debió asistir al Nosocomio local a fin de realizarse una tomografía de control y allí presenció una situación que describió como “shockeante”. 

“Después del COVID quedan la angustia y los miedos. Un miedo humano a lo desconocido porque no sabemos por dónde ataca”, y luego contó: “Terminé de hacerme la tomografía y estaba en el pasillo del sector COVID, en el fondo. Llegó la ambulancia, no sé a qué velocidad venía, y frenaron en la parte de COVID. Se bajaron de ella, el chico que la maneja y una chica que abrió las puertas con otra persona. Yo sólo miraba los ojos de esa enfermera que llevaba en sus brazos a una persona”. 

El relato de Fernández continuó: “Era un paciente en una situación súper crítica. No sé cómo habrá terminado, pero me quedé shockeado” recordó y opinó: “Dios le dio la fuerza en ese momento”. 

Consecuencia de ese momento que debió -casualmente- presenciar, Raúl Fernández reflexionó: “¿Qué es esto? ¿Cómo trabajan? Hasta que no ves todo eso no valoras cómo cuidarnos, cómo ayudarnos, porque el aplauso se terminó, pero ellos siguen”. 

Ahondó que no se trata sólo de los médicos, sino también de enfermeros y todo el personal de Salud del Hospital, así como farmacéuticos y personal del área. 

“¿Hasta dónde llegan? ¿Cómo trabajan? Quizás se van a las 14 horas y vuelven a las 18, pero agachan la cabeza y siguen porque son pocos” agregó Fernández, que cuestionó: “¿Cómo les agradecemos? ¿Cuándo? Porque no sabemos cuándo termina esto”.

Consecuencia de lo que vivió Fernández y su conmovedor testimonio, se exponen una serie de reflexiones y cuestionamientos relativos a cómo debemos actuar, cuán bien estamos haciendo las cosas cada uno y cuánta consciencia tenemos sobre lo que está ocurriendo desde marzo de 2020. 

“Los ojos de esa chica y la desesperación de llegar hasta donde tenía que ir, corriendo. Ni esperó a sacar una camilla, entonces, ¿qué puedo decir? Hay que visibilizarlo, hay que hablarlo, tenemos que darnos cuenta” insistió Fernández que, a su vez, y con voz entrecortada, planteó: “Primero está el otro. La empatía hacia el otro”.

Sobre el final de su testimonio, Raúl Fernández apuntó: “Están cansados y eso que viví el miércoles me reflejó cómo trabajan, lo que dejan, lo que hacen. Un agradecimiento no alcanza”. 

La exposición de esta vivencia apunta a la visibilización de lo que hoy se vive en el Hospital de nuestra ciudad y, sobretodo, a la toma de consciencia de todos los vecinos y vecinas, a fin de acompañar la comprometida y destacable tarea que, sin descanso y desde hace meses, continúan desempeñando todos quienes conforman el equipo de Salud. 

“¿Cómo vamos a agradecer si esto cada vez es más y ellos menos? Yo me preguntaba, ¿cómo está esa chica?, ¿cómo queda ese cuerpo? Y será todo así, contrarreloj. Fue tal lo impactado que quedé que no sé cuándo y cómo se les va a agradecer, pero lo que están haciendo es sobrehumano” cerró Fernández, que insistió: “Lo que hizo ese grupo de enfermeros y esa chica fue tremendo y reflejó lo que hacen por nosotros día a día. Agradezco a todo el Hospital que tanto trabaja y tanto hace por nosotros”.