19.8°C • 
14/07/2017 • TRADICIONES
Los Pueblos Alemanes y su gente. 79 años del Club Independiente de Pueblo San José.
Los recuerdos de Armando Schwab, ex jugador y ex dirigente. Siempre con los colores del club en el corazón.
Desde muy chico Armando Schwab iba a despuntar la pasión que sentía por el fútbol en la cancha de Independiente de Pueblo San José. Es decir, desde muy pequeño tiene los colores del club pintados en el corazón, en el alma.
Debe ser con pintura indeleble, porque con el transcurso de los años, lejos de apagarse, se ha venido revitalizando cada vez más, viendo al club de sus amores cómo crece cada día.
“Empecé a jugar de chico, a los 16 años en 4ta división. Jugué hasta los 38 años en Primera. Tuve que agarrar de técnico y dejé, sino hubiera seguido hasta ahora”.
Le gusta tanto el fútbol que hace unos diez años, con un grupo de jugadores veteranos, viajaron a Chile a participar en un torneo y se trajeron una copa, y el otro día nomás entró otra vez a jugar un poco con los veteranos, que estaban haciendo un entrenamiento.
“Me encanta –dice Armando- pasé media vida en el club; era salir del colegio e ir a la cancha a hacer unos picaditos”.
Claro que dice “nunca tuve la suerte de salir campeón en la época que jugaba. Salvo con los veteranos, con quienes salimos dos veces campeones y también subcampeonatos”.
Cuenta que no le gustaba jugar arriba de goleador, “jugaba en el medio campo, recibir, entregar. Gracias a Dios uno hace amistades con mucha gente, que nos encontramos en la calle, por ahí y nos ponemos a charlar”.
Como dirigente del club Armando Schwab recuerda muy bien cuando empezaron a hacer la obra del salón “Gigante” de Independiente.
“Empezamos en el salón Gigante en la Subcomisión de Obras, donde éramos cuatro. Omar Rodondi, Marcelo Waigel, Ángel Seitz y yo. Valerio era Presidente y nos daba los cheques de Adidas cuando se le había alquilado un local. Y con eso nos manejábamos. Después se fue agregando mucha gente, se peleaban para trabajar en el club y siempre un asadito de por medio, al mediodía. Vino Domingo Moccero y nos dijo ‘Semejante salón en esta época! No lo van a terminar nunca’. ‘Nosotros no, pero hay algunos que lo van a terminar’ le dije. Si viera ahora lo que es el salón y lo que se usa!”. Hace unas horas atrás Armando recorría ese salón disfrutando la obra que levantaron tramo a tramo entre todos: “fui anoche, en un acto de las bochas, estuve mirando el salón y me dije ‘Mirá lo que salió, cuando empezamos con cáscaras de madera a hacer las bases!’. Es que no teníamos plata suficiente y en vez de tablas pusimos unas cáscaras que nos donaron los Beier”.
Por supuesto que este sábado, cuando la familia del Club Independiente de Pueblo San José se reúna para celebrar los 79 años transcurridos, estará presente Armando Schwab. Sacando algunas o muchas fotos del momento y disfrutando del presente del club y de toda su historia, de la que forma parte muy importante.
Debe ser con pintura indeleble, porque con el transcurso de los años, lejos de apagarse, se ha venido revitalizando cada vez más, viendo al club de sus amores cómo crece cada día.
“Empecé a jugar de chico, a los 16 años en 4ta división. Jugué hasta los 38 años en Primera. Tuve que agarrar de técnico y dejé, sino hubiera seguido hasta ahora”.
Le gusta tanto el fútbol que hace unos diez años, con un grupo de jugadores veteranos, viajaron a Chile a participar en un torneo y se trajeron una copa, y el otro día nomás entró otra vez a jugar un poco con los veteranos, que estaban haciendo un entrenamiento.
“Me encanta –dice Armando- pasé media vida en el club; era salir del colegio e ir a la cancha a hacer unos picaditos”.
Claro que dice “nunca tuve la suerte de salir campeón en la época que jugaba. Salvo con los veteranos, con quienes salimos dos veces campeones y también subcampeonatos”.
Cuenta que no le gustaba jugar arriba de goleador, “jugaba en el medio campo, recibir, entregar. Gracias a Dios uno hace amistades con mucha gente, que nos encontramos en la calle, por ahí y nos ponemos a charlar”.
Como dirigente del club Armando Schwab recuerda muy bien cuando empezaron a hacer la obra del salón “Gigante” de Independiente.
“Empezamos en el salón Gigante en la Subcomisión de Obras, donde éramos cuatro. Omar Rodondi, Marcelo Waigel, Ángel Seitz y yo. Valerio era Presidente y nos daba los cheques de Adidas cuando se le había alquilado un local. Y con eso nos manejábamos. Después se fue agregando mucha gente, se peleaban para trabajar en el club y siempre un asadito de por medio, al mediodía. Vino Domingo Moccero y nos dijo ‘Semejante salón en esta época! No lo van a terminar nunca’. ‘Nosotros no, pero hay algunos que lo van a terminar’ le dije. Si viera ahora lo que es el salón y lo que se usa!”. Hace unas horas atrás Armando recorría ese salón disfrutando la obra que levantaron tramo a tramo entre todos: “fui anoche, en un acto de las bochas, estuve mirando el salón y me dije ‘Mirá lo que salió, cuando empezamos con cáscaras de madera a hacer las bases!’. Es que no teníamos plata suficiente y en vez de tablas pusimos unas cáscaras que nos donaron los Beier”.
Por supuesto que este sábado, cuando la familia del Club Independiente de Pueblo San José se reúna para celebrar los 79 años transcurridos, estará presente Armando Schwab. Sacando algunas o muchas fotos del momento y disfrutando del presente del club y de toda su historia, de la que forma parte muy importante.
