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16/11/2017 • SALUD
En la Semana del Prematuro. Historias de vida.
Cristian y Florencia, orgullosos con sus dos bebés.
Son papás primerizos, de mellizos. Con todo lo que eso implica. Un varón y una nena, Emilia y Antonio. Los papás se reparten en la tarea del cuidado. Dos hijos necesitan cuatro brazos y dos corazones dispuestos para su cuidado.
Florencia, la joven mamá, dice que se imaginaba que iban a tener que pasar por la Neo sus niños.
“Me venían advirtiendo que al ser dos, al ser un embarazo múltiple, era probable que nacieran antes. Eso me permitió estar un poquito mejor preparada, aunque uno nunca está preparada para esto”.
Mientras uno de los dos pequeños hace oír la potencia de sus pulmones, los papás recuerdan que los bebés estuvieron 19 días internados en la Neo de Coronel Suárez.
Aunque parecen pocos, en realidad se sintieron como una eternidad. “Estuvieron en Neo el tiempo que no estuvieron en la panza, porque después, en salud, gracias a Dios muy bien”, dice Florencia, recordando que tuvieron un muy buen peso al nacer.
Cristian, por su parte, reconoce que ser papás de mellizos, “somos papás primerizos, vamos sobrellevándolos. Hay días bien, otros complicados. Vamos sobrellevándolos, como se puede”.
Por su parte la mamá reconoce que el papá “ayuda un montón. Ellos toman mamadera, me ayuda a dárselas, durante el día está con ellos, duermen con él. Estamos divididos, uno atiende a uno y el otro al otro bebé. Es que los dos se despiertan a la par, los dos lloran a la par, quieren tomar la leche al mismo tiempo”.
Observan que Emilia y Antonio, que estuvieron conectados en la panza, siguen conectados: “los ponemos en la cuna y donde se tocan se sienten, se quedan muy panchos”.
En torno a la atención de la Neo responden: “súper agradecidos, nos dejaron una tranquilidad bárbara. El primer día cuando me dieron el alta a mí no me quería ir y dejarlos acá. Pero después cuando vi cómo los atendían, cómo fueron con ellos. (Se emociona, Florencia, al decir esto). La verdad es que estamos súper agradecidos”.
Florencia, la joven mamá, dice que se imaginaba que iban a tener que pasar por la Neo sus niños.
“Me venían advirtiendo que al ser dos, al ser un embarazo múltiple, era probable que nacieran antes. Eso me permitió estar un poquito mejor preparada, aunque uno nunca está preparada para esto”.
Mientras uno de los dos pequeños hace oír la potencia de sus pulmones, los papás recuerdan que los bebés estuvieron 19 días internados en la Neo de Coronel Suárez.
Aunque parecen pocos, en realidad se sintieron como una eternidad. “Estuvieron en Neo el tiempo que no estuvieron en la panza, porque después, en salud, gracias a Dios muy bien”, dice Florencia, recordando que tuvieron un muy buen peso al nacer.
Cristian, por su parte, reconoce que ser papás de mellizos, “somos papás primerizos, vamos sobrellevándolos. Hay días bien, otros complicados. Vamos sobrellevándolos, como se puede”.
Por su parte la mamá reconoce que el papá “ayuda un montón. Ellos toman mamadera, me ayuda a dárselas, durante el día está con ellos, duermen con él. Estamos divididos, uno atiende a uno y el otro al otro bebé. Es que los dos se despiertan a la par, los dos lloran a la par, quieren tomar la leche al mismo tiempo”.
Observan que Emilia y Antonio, que estuvieron conectados en la panza, siguen conectados: “los ponemos en la cuna y donde se tocan se sienten, se quedan muy panchos”.
En torno a la atención de la Neo responden: “súper agradecidos, nos dejaron una tranquilidad bárbara. El primer día cuando me dieron el alta a mí no me quería ir y dejarlos acá. Pero después cuando vi cómo los atendían, cómo fueron con ellos. (Se emociona, Florencia, al decir esto). La verdad es que estamos súper agradecidos”.
