22/12/2017RELIGION

“Salgamos al encuentro de la realidad, al encuentro del otro. Así podremos vivir una Navidad distinta, única”

Mensaje del Párroco de Coronel Suárez Padre Diego Kessler.

“Todas las Navidades son diferentes si nosotros estamos en diálogo con la realidad. Si nosotros lo reducimos a armar el arbolito, a ver con quién vamos a cenar, será una más de tantas que tenemos. El diálogo es fundamental: el diálogo con la vida, con el otro, con las circunstancias. Ese es el gran elemento provocador de ahora” reflexionó el Párroco de Coronel Suárez Diego Kessler.

Luego agregó que “el Papa Francisco constantemente nos dice que tenemos que salir al encuentro del otro. No se trata de irse a misionar a África. Tal vez significa ir a ver qué le pasó al vecino que hace dos días no levanta la persiana. O qué le pasa a tal, que pasaba por la vereda y hace rato que no lo veo, o llamar a un familiar que hace rato que no hablamos. Ir a visitarlo, estar en contacto con él. Es un trabajo que uno tiene que realizar para vivir una Navidad distinta”.

El Padre Diego considera que “no es un programa, no está impuesto. Se trata de ver qué es lo que me dice la realidad en este momento. Qué es lo que me provoca a salir al encuentro del otro. Ese es mi mensaje para este año. Preparémonos para una realidad distinta, que pueda entrar la novedad a nuestra vida, porque muchas veces nos acostumbramos a la vida y nos vamos impermeabilizando a la misma” consideró el Sacerdote al dejar este mensaje navideño.

Luego el Párroco analizó que “van surgiendo las cosas, decimos que ya estamos grandes, que lo que vemos nos tiene que resbalar, que no es para uno, no nos interesa, ni nos afecta. Pero no nos damos cuenta y nos vamos quedando solos en la vida. Porque vamos perdiendo los diálogos con las distintas realidades que salen a nuestro encuentro, que a su vez por algo salen. Que esta Navidad sea una oportunidad de encuentro con el otro. No vamos a poder llegar a todo el mundo. Tratemos de llegar a uno, con alguien que no nos encontramos habitualmente. Con esa persona tratemos de llegar, de preparar la Navidad juntos. De rezar un Ave María diario, la corona de adviento, la corona de Navidad, algo que nos ayude a vivir una Navidad diferente. Como vivencia más que como cotillón, ¿qué le aporta a mi vida? ¿Qué de novedoso introduce en mi vida? Que no sea una costumbre anquilosada. Eso depende de cada uno de nosotros. Vivir con más plenitud este tiempo”.