27/05/2017RELIGION

Entrevista al Obispo Adjutor de Bahía Blanca. “Cualquier argentino que sufre es uno que sufre”.

¿Y el rosario a Milagros Sala?, fue una de las preguntas formuladas en la entrevista, y la respuesta de Fray Carlos Azpiroz Costa fue: “yo he entregado rosarios a tanta gente, enferma, presa. Yo no me pongo a analizar si este preso si es inocente, si me gusta, si es rubio… uno ha visitado cárceles, se ve con asesinos y todos sufren. Yo les entrego rosarios al que sufre y al que pide oración, no importa ni el color de la piel ni el currículum vitae ni el prontuario. A Jesús también lo acusaron de eso. Quien me señala el cielo yo puedo mirar adonde me señala, o mirar si no se lavó las uñas, no se las cortó, no se lavó las manos, si no se lustró los zapatos… Si quedamos en eso, entonces, compremos revistas de moda y nos quedamos con eso”.

Presidió la celebración de las Confirmaciones los días miércoles y jueves en Coronel Suárez y el viernes por la mañana se encontraba en el Hogar de Ancianos Domingo Goñi antes de emprender viaje a Tres Arroyos, donde puso en funciones al Padre Roberto Buckle, a cargo de aquella comunidad católica.

El mensaje ante los niños, sus familias, padrinos en cada una de las ceremonias fue franco, alegre, despojado de solemnidad y cercano a todos los que lo escuchaban. Pero también justo y reflexivo.

Así también fueron sus respuestas en la entrevista que concedió a La Nueva Radio Suárez, después que conversara un rato a solas con el Padre Daniel Melchior en el Hogar, donde está internado y donde sigue impulsando su admirable tarea de pastor, toda vez que su salud se lo permite, porque continua oficiando la misa diaria en la Capilla de esa institución.

El Obispo Adjutor Fray Carlos Azpiroz Costa, al consultarlo si el andar desgasta un poco la fe católica, había dicho a los niños confirmados que “los apóstoles no son ya doce, si contamos todos los que se suman hoy”, respondió que “el andar desgasta a la vida, puede desgastar los ideales, no es una ley física, no los desgasta siempre. Pero también en la fe el camino se hace arduo, cuesta arriba y a veces ocurren en la vida algunas podas”.

No obstante el prelado afirmó que “la poda forma parte de la vida, no es una amputación, es siempre dolorosa, pero es para producir nuevos frutos. Puede ser que estos muchachos, casi 200 o más que se han confirmado en dos días, a alguno le decaiga la fe. Pero Dios tiene la paciencia. Hay gente que vuelve a la fe, con una fe mucho más profunda, entregada, después de goles duros o de dar vuelta en la vida. Eso no se puede predecir, ni leer en la borra del café, ni en las manos, ni sacando las cartas. Solo Dios lo sabe. Y nos tiene mucha paciencia, como todo padre o madre que tiene paciencia de sus hijos, que saben que pasan por cañadas oscuras. La juventud, la adolescencia, hoy en día no es fácil y, sin embargo, la madre y el padre si quieren bien a los hijos están ahí esperando”.

Consultado el Fray Carlos si hay ahora un reverdecimiento en la fe y si en esto tiene mucho que ver el Papa Francisco dijo que “el ser humano no puede negar su propia naturaleza”.

“El corazón del hombre pide rienda para lo trascendente, para lo eterno, para lo que sobrepasa el tiempo. Eso es como negar la misma naturaleza humana. Por más que uno lo aplaste o lo entretenga con engaños el corazón pide rienda y trata de saltar cualquier obstáculo. Yo diría, por lo que puedo ver y la experiencia poca o mucha que uno tiene en otros países, que hay un enorme deseo de espiritualidad, lo que le cuesta más al ser humano hoy, quien sabe por qué, es todo lo que es institucional. La gente dice ‘yo creo en Dios pero no en los curas’. Pero los curas no es un dogma de fe que los curas sean todos buenos. Uno se mira asimismo y dice ‘menos mal que no creen en mí, como identificación de lo que debería ser, y lo que uno con pobreza espiritual puede ofrecer. Entonces eso hace que la gente se aleje de lo institucional, pero a su vez alejarse de lo institucional es negar la propia naturaleza humana”.

Agregó luego el Arzobispo que “la Iglesia ha pasado en 2.000 años tanto aburguesamiento, tanto pecado, pero a su vez tanta gracia que no es otra cosa que la amistad de Dios. Por lo que circunscribirlo a estos años, al Papa Francisco, sería peligroso. No por ir en contra del Papa Francisco, sino al revés. Al mismo tiempo uno ve que en los medios presentan ciertas aristas que me parece son invención de los editorialistas, sobre si el Papa le da el rosario a esta persona, si está 25 minutos con aquella, si está con la otra. El Papa recibe a todo el mundo. Yo recuerdo, porque estaba allá, cuando Juan Pablo II recibió al jefe de la autoridad de Palestina, Yasser Arafat, ¡él lío que se armó, lo que dijeron los diarios más importantes! Pero… hay que recibir a todos, escucharlos, ofrecer una palabra, aún el más terrible”.

¿Y el rosario a Milagros Sala?, fue la siguiente pregunta, y la respuesta del Obispo Coadjutor: “yo he entregado rosarios a tanta gente, enferma, presa. Yo no me pongo a analizar si este preso si es inocente, si me gusta, si es rubio… uno ha visitado cárceles, se ve con asesinos y todos sufren. Yo les entrego rosarios al que sufre y al que pide oración, no importa ni el color de la piel ni el currículum vitae ni el prontuario. A Jesús también lo acusaron de eso. Quien me señala el cielo yo puedo mirar adonde me señala, o mirar si no se lavó las uñas, no se las cortó, no se lavó las manos, si no se lustró los zapatos… Si quedamos en eso, entonces, compremos revistas de moda y nos quedamos con eso”.

Sobre las diferentes manifestaciones que la Iglesia Católica está realizando a los políticos y a los gobernantes sobre la situación en el país, entre ellos el 25 de mayo, el Cardenal primado de la Argentina Mario Polli dijo que “el Tedeum es una ceremonia tradicional, donde generalmente la tradición preside el obispo del lugar”.

“Algunos Tedeum pasan a primera plana porque los medios imponen. La historia de los Tedeum es muy controvertida en muchos sentidos desde la prensa. Porque predicar el Evangelio no es pasar la mano.

El Evangelio exige decir desde dónde estamos y hacia dónde debemos ir. En la medida que el mismo gobierno, este u otro, no importa, reconoce que una tercera parte de la población está bajo la línea de pobreza decirlo no es criticar al gobierno”.

“Esto es lo que está pasando. Esto no significa que esté tirándote palos por la cabeza. Es decir, esta es la fotografía, ¿qué hacemos? Cuando digo ¿qué hacemos? estoy subrayando la primera persona del plural, no qué hace usted. Nadie reta a nadie. O en todo caso en su acepción como desafío. Gobernar es un reto, pero a su vez es la expresión más alta de la caridad. El amor hacia el bien común. Entonces decir la situación no es criticar a Juan o a Pedro, sino decir ¿a ver qué hacemos? Y un día como el 25 de mayo amerita que uno, con realismo, sencillez, y no ustedes, ustedes, nosotros, como si fuera una grieta. Son nuestras heridas, cualquier argentino que sufre es uno que sufre. Invito a recordar los Tedeum que daba en su momento el Cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco”.

Sobre la visita al Padre Daniel Melchior dijo que “es un pastor que conoce sus ovejas y las ovejas lo conocen a él. Lo vine a visitar porque antes de ir para Tres Arroyos quería verlo. Fueron días intensos, porque las confirmaciones, encuentros con gente que pide hablar, son muy intensos. Pero no se puede ir uno de Coronel Suárez sin saber cómo están las cosas. Y el Padre Melchior sabe cómo están las cosas.

Visitarlo no significa que yo le he hecho un sermón. Él me lo ha hecho a mí. Él tiene más kilómetros recorridos como para que me enseñe algún par de cosas”.

En su mensaje final para la comunidad de Coronel Suárez dijo que “estamos hablando en el comedor de este Hogar de Ancianos. Qué hermoso lugar para poder transmitir. Aquí están las fuerzas vivas, los que nos han precedido en el camino, los que nos han abierto una brecha en la selva del mundo. Es bueno que una Municipalidad les ofrezca cariño, calidez, y es bueno que un servidor del pueblo como es un comunicador social, y otro, como un sacerdote, un obispo, se encuentren en un lugar como este. Este es el templo de la solidaridad y es bueno que nos hayamos reunido aquí”.