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28/05/2018 • RELIGION
44 suarenses se sumaron a los cerca de 50 mil jóvenes que participaron del II Encuentro Nacional de la Juventud.
Las actividades se desarrollaron del viernes al domingo en la ciudad de Rosario.
Cerca de 50 mil personas participaron durante el pasado fin de semana del Encuentro Nacional de la Juventud, que se organiza por segunda vez en la historia en el país.
El acontecimiento, convocado por la Iglesia Católica Argentina, se desarrolló en la ciudad de Rosario y contó con participantes de distintos puntos del país para charlar y debatir.
La jornada oficial comenzó el viernes por la tarde en el Monumento Nacional a la Bandera, donde grupos musicales amenizaron la velada religiosa en un escenario dispuesto de espaldas al río. Desde allí, partió una peregrinación hasta el Hipódromo, donde el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, dio comienzo a la misa de apertura. Previamente los grupos de jóvenes participaron de varias charlas como la de bienvenida, en la que se buscó que los jóvenes puedan reconocer al Dios de la vida presente en su vida, llamándolos a ser protagonista de la propia historia y de la historia comunitaria.
Las jornadas de reflexión se extendieron durante todo el sábado y la mañana del domingo, cerrando con una gran misa de clausura el domingo por la tarde.
"Hoy –por el viernes- tuvimos talleres en los que hablamos sobre escuchar a los jóvenes, qué piensa la gente de nosotros, y discutir los temas. Conocí gente de Córdoba, Trenque Lauquen, Misiones, Entre Ríos. La verdad que el encuentro estuvo recopado, porque todos vinieron acá por lo mismo. Me gusta ser joven porque somos creativos y por la independencia que tenemos hoy", describió al Diario La Capital de Rosario Virginia, de 16 años.
El II Encuentro Nacional de la Juventud, que también consistió en visitar cárceles, barrios carenciados y hospitales, contó con la presencia del cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli.
El acontecimiento, convocado por la Iglesia Católica Argentina, se desarrolló en la ciudad de Rosario y contó con participantes de distintos puntos del país para charlar y debatir.
La jornada oficial comenzó el viernes por la tarde en el Monumento Nacional a la Bandera, donde grupos musicales amenizaron la velada religiosa en un escenario dispuesto de espaldas al río. Desde allí, partió una peregrinación hasta el Hipódromo, donde el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín, dio comienzo a la misa de apertura. Previamente los grupos de jóvenes participaron de varias charlas como la de bienvenida, en la que se buscó que los jóvenes puedan reconocer al Dios de la vida presente en su vida, llamándolos a ser protagonista de la propia historia y de la historia comunitaria.
Las jornadas de reflexión se extendieron durante todo el sábado y la mañana del domingo, cerrando con una gran misa de clausura el domingo por la tarde.
"Hoy –por el viernes- tuvimos talleres en los que hablamos sobre escuchar a los jóvenes, qué piensa la gente de nosotros, y discutir los temas. Conocí gente de Córdoba, Trenque Lauquen, Misiones, Entre Ríos. La verdad que el encuentro estuvo recopado, porque todos vinieron acá por lo mismo. Me gusta ser joven porque somos creativos y por la independencia que tenemos hoy", describió al Diario La Capital de Rosario Virginia, de 16 años.
El II Encuentro Nacional de la Juventud, que también consistió en visitar cárceles, barrios carenciados y hospitales, contó con la presencia del cardenal y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli.
