19.8°C • 
23/04/2017 • PRODUCCION
La raza Holando quiere volver a ser esplendorosa.
El ícono de la producción lechera argentina padece, como todo el sector, los embates de las inundaciones.
“La Holando está transitando un momento complicado por el desastre climático que hubo en las zonas lecheras, pero siempre está viva y con ganas de volver a ser esplendorosa”.
Lo aseguró Guillermo Miretti, presidente de la Asociación de Criadores de Holando Argentino.
“Hoy la producción de leche es nada más que para el mercado interno. Si la seguimos desalentando, podemos llegar a no abastecer al mercado interno”, sostuvo.
Tras la inclemencia de las lluvias, la Argentina, que producía en promedio 11 mil millones de litros de leche, cayó a 8 mil millones.
En este escenario, la cuestión de los precios bajos se revirtió, lo cual resulta para paradoja para Miretti.
“Se fueron acomodando por la cuestión climática, porque ahora no hay leche. Sin embargo, la oferta y la demanda no tendría que ser así, sino que debería estar regulada entre las cuatro patas de la mesa: producción primaria, industria, comercio y el gobierno que se queda con los impuestos”, comentó.
“La producción primaria tiene los números muy blancos; la industria los tenía medianamente y el comercio nunca se sentó a la mesa. El gobierno lo tiene clarito porque tiene todos los números que se cobran en góndola”, acusó.
Miretti planteó que el sector necesita financiamiento para reconvertir los tambos con mayor confort animal y afrontar así las consecuencias del cambio climático.
“Hoy, la vaca requiere de infraestructura para soportar las inclemencias. Necesitamos hacer galpones con techos, con compost, con piso, pistas de comidas y mixers. Hace 20 años no teníamos estos inconvenientes climáticos, se podía producir al aire libre”, explicó.
El dirigente manifestó que se trata de una inversión muy importante, del orden de los 2.500 a 3.000 dólares por vaca en lactancia.
“Por esto estamos solicitando financiamiento a la banca, para que nos den respuestas a largo plazo y pagable con producción”, manifestó.
Se consolida la Jersey
“Por cuestiones, como el valor de los granos o el problema de los caminos, para que llegue el alimento balanceado en el momento que se precisa, muchos productores están volviendo a los tambos pastoriles. Ahí, el Jersey les da la posibilidad de aumentar la carga por hectárea. Si comparamos por litros, el Holando es muy superior; pero en la ecuación de cosechar sólidos por hectárea, gana el Jersey”.
Lo aseguró el presidente de la Asociación Argentina de Criadores de Jersey, Agustín Robredo (vicepresidente de la Asociación mundial).
Actualmente, entre 8 y 10% del rodeo nacional tiene Jersey.
El crecimiento se puede medir en que la Argentina importó —en el año 2016— alrededor de 100.000 dosis de semen de Jersey desde Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá, cuando a principios del siglo solamente había traído 5.000 dosis.
“Incluso, se aprecia un fuerte aumento este año porque la leche —del Jersey— se está pagando hasta 15% más”, describió Robredo.
Esta raza produce leche con más componentes sólidos (hasta 5% de grasa y 4% de proteínas), algo apreciado para la fabricación de quesos.
Además, tiene otras virtudes como la facilidad y parto y la longevidad, lo cual permite tener un alto número de lactancias.
Fuente: La Nueva.
Lo aseguró Guillermo Miretti, presidente de la Asociación de Criadores de Holando Argentino.
“Hoy la producción de leche es nada más que para el mercado interno. Si la seguimos desalentando, podemos llegar a no abastecer al mercado interno”, sostuvo.
Tras la inclemencia de las lluvias, la Argentina, que producía en promedio 11 mil millones de litros de leche, cayó a 8 mil millones.
En este escenario, la cuestión de los precios bajos se revirtió, lo cual resulta para paradoja para Miretti.
“Se fueron acomodando por la cuestión climática, porque ahora no hay leche. Sin embargo, la oferta y la demanda no tendría que ser así, sino que debería estar regulada entre las cuatro patas de la mesa: producción primaria, industria, comercio y el gobierno que se queda con los impuestos”, comentó.
“La producción primaria tiene los números muy blancos; la industria los tenía medianamente y el comercio nunca se sentó a la mesa. El gobierno lo tiene clarito porque tiene todos los números que se cobran en góndola”, acusó.
Miretti planteó que el sector necesita financiamiento para reconvertir los tambos con mayor confort animal y afrontar así las consecuencias del cambio climático.
“Hoy, la vaca requiere de infraestructura para soportar las inclemencias. Necesitamos hacer galpones con techos, con compost, con piso, pistas de comidas y mixers. Hace 20 años no teníamos estos inconvenientes climáticos, se podía producir al aire libre”, explicó.
El dirigente manifestó que se trata de una inversión muy importante, del orden de los 2.500 a 3.000 dólares por vaca en lactancia.
“Por esto estamos solicitando financiamiento a la banca, para que nos den respuestas a largo plazo y pagable con producción”, manifestó.
Se consolida la Jersey
“Por cuestiones, como el valor de los granos o el problema de los caminos, para que llegue el alimento balanceado en el momento que se precisa, muchos productores están volviendo a los tambos pastoriles. Ahí, el Jersey les da la posibilidad de aumentar la carga por hectárea. Si comparamos por litros, el Holando es muy superior; pero en la ecuación de cosechar sólidos por hectárea, gana el Jersey”.
Lo aseguró el presidente de la Asociación Argentina de Criadores de Jersey, Agustín Robredo (vicepresidente de la Asociación mundial).
Actualmente, entre 8 y 10% del rodeo nacional tiene Jersey.
El crecimiento se puede medir en que la Argentina importó —en el año 2016— alrededor de 100.000 dosis de semen de Jersey desde Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá, cuando a principios del siglo solamente había traído 5.000 dosis.
“Incluso, se aprecia un fuerte aumento este año porque la leche —del Jersey— se está pagando hasta 15% más”, describió Robredo.
Esta raza produce leche con más componentes sólidos (hasta 5% de grasa y 4% de proteínas), algo apreciado para la fabricación de quesos.
Además, tiene otras virtudes como la facilidad y parto y la longevidad, lo cual permite tener un alto número de lactancias.
Fuente: La Nueva.
