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18/04/2018 • MUNICIPALIDAD
El Intendente recibió a estudiantes de intercambio Rotario.
Los cuatro estudiantes, tres de los cuales viven en Coronel Suárez desde agosto pasado, llegaron acompañados por el Presidente del Rotary Club local, Emmanuel Del Corro, y por un padre anfitrión. Departieron amablemente, tomaron mate, contaron sus experiencias y recibieron un mate como recuerdo.
Una mañana diferente comenzó el martes pasado el Intendente Roberto Palacio cuando a primera hora recibió en su despacho, para compartir un desayuno, a cuatro estudiantes de intercambio Rotario, tres de los cuales viven en Coronel Suárez y la otra se encuentra visitando a sus amigos y compañeros de experiencia, ya que realiza su intercambio en la ciudad de Maipú.
Los jóvenes se mostraron distendidos, intercambiando anécdotas, contando experiencias y sensaciones, opinando sobre nuestro país, mostrando sus enormes ganas de volver y agradeciendo la hospitalidad, el buen trato y la amistad que han recibido.
Juliette Hannaert y Sophie Groosman, de Bélgica, Michele Espósito de la bella Cerdeña y Hugo Zenouda de Francia prefirieron el mate por sobre el café y fue así que se armó una hermosa ronda que también compartieron la Directora de Gestión y Coordinación Cisel Segonds y el Director de Cultura Alberto Guede.
Los chicos contaron sus experiencias, algunas por demás jocosas, generalmente en boca del simpático Michele, un gran embajador de su patria, que hizo reír a todos con sus historias ‘argentinas’, especialmente cuando fue usado como conejillo de Indias por sus compañeros suarenses de colegio, haciéndolo vivir momentos por demás ‘especiales’.
Además, Juliette contó sus primeras horas viviendo en un campo, con una familia que hizo todo y más para que se pudiese comunicar, ya que ignoraba absolutamente el idioma, y Hugo terminó invitando al Jefe Comunal a un desafío al truco, el que seguramente pronto se concretará.
Pero no solo eso, también los estudiantes manifestaron su agradecimiento a los argentinos por su hospitalidad, resaltaron su amigable modo de ser, su amor a la familia, y como ellos se enamoraron del sabor de los asados, mostraron su apego al mate, su amor por los alfajores y las chocotortas, su placer por comer milanesas de pollo y su agradecimiento al Rotary por permitirles vivir esta experiencia.
Quedó flotando en el aire una posible cena en la que los cocineros sean los chicos, prometiendo Michele unas pastas a la carbonara y Juliette un crumble de manzanas, peras y chocolate.
Por su parte, el Presidente de la entidad Rotaria suarense, Emmanuel del Corro, fue explicando los mecanismos del Rotary y cómo se implementa este exitoso programa de intercambio que ha permitido que muchos chicos de la ciudad hayan experimentado en distintos lugares del mundo, haciendo a la vez hijos nuevos que llegan principalmente desde Europa a nuestra ciudad, creando lazos eternos con las familias anfitrionas.
También el padre de una de las familias anfitrionas, que a lo largo de los años ha alojado varios chicos en su casa, comentó las maravillosas relaciones que se entretejen con los chicos y como aún se siguen visitando, ya sea en el lugar de origen de los estudiantes o en Coronel Suárez, lugar al que la mayoría de los intercambistas vuelven, muchas veces acompañados por sus familias.
Finalmente, el Intendente Palacio le hizo entrega a Juliette, Sophie, Michele y Hugo de un mate artesanal, con un pequeño escudo del Municipio, como recordatorio del grato momento vivido.
Los jóvenes se mostraron distendidos, intercambiando anécdotas, contando experiencias y sensaciones, opinando sobre nuestro país, mostrando sus enormes ganas de volver y agradeciendo la hospitalidad, el buen trato y la amistad que han recibido.
Juliette Hannaert y Sophie Groosman, de Bélgica, Michele Espósito de la bella Cerdeña y Hugo Zenouda de Francia prefirieron el mate por sobre el café y fue así que se armó una hermosa ronda que también compartieron la Directora de Gestión y Coordinación Cisel Segonds y el Director de Cultura Alberto Guede.
Los chicos contaron sus experiencias, algunas por demás jocosas, generalmente en boca del simpático Michele, un gran embajador de su patria, que hizo reír a todos con sus historias ‘argentinas’, especialmente cuando fue usado como conejillo de Indias por sus compañeros suarenses de colegio, haciéndolo vivir momentos por demás ‘especiales’.
Además, Juliette contó sus primeras horas viviendo en un campo, con una familia que hizo todo y más para que se pudiese comunicar, ya que ignoraba absolutamente el idioma, y Hugo terminó invitando al Jefe Comunal a un desafío al truco, el que seguramente pronto se concretará.
Pero no solo eso, también los estudiantes manifestaron su agradecimiento a los argentinos por su hospitalidad, resaltaron su amigable modo de ser, su amor a la familia, y como ellos se enamoraron del sabor de los asados, mostraron su apego al mate, su amor por los alfajores y las chocotortas, su placer por comer milanesas de pollo y su agradecimiento al Rotary por permitirles vivir esta experiencia.
Quedó flotando en el aire una posible cena en la que los cocineros sean los chicos, prometiendo Michele unas pastas a la carbonara y Juliette un crumble de manzanas, peras y chocolate.
Por su parte, el Presidente de la entidad Rotaria suarense, Emmanuel del Corro, fue explicando los mecanismos del Rotary y cómo se implementa este exitoso programa de intercambio que ha permitido que muchos chicos de la ciudad hayan experimentado en distintos lugares del mundo, haciendo a la vez hijos nuevos que llegan principalmente desde Europa a nuestra ciudad, creando lazos eternos con las familias anfitrionas.
También el padre de una de las familias anfitrionas, que a lo largo de los años ha alojado varios chicos en su casa, comentó las maravillosas relaciones que se entretejen con los chicos y como aún se siguen visitando, ya sea en el lugar de origen de los estudiantes o en Coronel Suárez, lugar al que la mayoría de los intercambistas vuelven, muchas veces acompañados por sus familias.
Finalmente, el Intendente Palacio le hizo entrega a Juliette, Sophie, Michele y Hugo de un mate artesanal, con un pequeño escudo del Municipio, como recordatorio del grato momento vivido.
