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21/05/2018 • JUDICIAL
La Dra. Lorena Villagra se hizo cargo de la Ayudantía Fiscal de Coronel Rosales.
La Ayudante de Fiscal de Coronel Suárez fue redestinada a su ciudad natal mediante resolución del Ministerio Público Fiscal. En nuestra ciudad ocupará el cargo interinamente el Dr. Facundo Indart quién desde hace varios años se desempeña como Auxiliar Letrado de la dependencia.
La semana pasada se confirmó mediante resolución del Ministerio Público Fiscal la designación de la nueva Ayudante Fiscal para el distrito de Coronel Rosales, que estará a cargo de la puntaltense Lorena Soledad Villagra. De esta manera se hace efectiva la vacante generada por el alejamiento de la subrrogante del cargo, Marina Lara quien fuera designada como Fiscal de la UFIJ de Delitos Sexuales meses atrás.
La Dra. Villagra se desempeña desde hace 5 años al frente de la Ayudantía Fiscal de Coronel Suárez, habiendo tenido a su cargo la instrucción de casos que cobraron notoriedad pública a nivel regional y nacional, con óptimos resultados en el desempeño profesional de tarea.
Una profesional con especialización en violencia de género
A lo largo de estos años Lorena Villagra ha logrado una especialización en lo referido a perspectiva de género, lo que le permitió desde su rol en el servicio de la justicia establecer un nexo con las víctimas y también en el trabajo en red con actores sociales que realizan prevención y promoción de derechos.
El pasado 8 de marzo La Nueva Radio Suárez entrevistó a la Dra. Lorena Villagra por su rol de mujer en el sistema de justicia bonaerense, sabiendo que estaba próxima a ser redestinada a la repartición judicial de su ciudad natal, Punta Alta del distrito de Coronel Rosales.
En aquella oportunidad la funcionaria consideró que “En cierta manera uno logra cierta empatía con estas personas, porque dentro de las tareas que nosotros tenemos que hacer es tomar contacto con las personas que hacen la denuncia. De manera que las tenemos sentadas; tenemos en primera persona el relato de la mujer, o eventualmente el hombre; son poquitos los casos, pero también hay; ahí uno puede detectar con mayor profundidad las cosas que a través de una denuncia no es quizá tan profundo, captar ciertos detalles y tratar de darle las herramientas posibles como para que esta situación por la que está pasando se solucione, pueda salir adelante o se encuentre protegida”.
Agrega también que “es difícil evitar la revictimización. Una de las cuestiones por las que siempre protesto es que, en esta necesidad de contacto con la víctima, para cuando llega acá, ya pasó por muchas personas contando siempre lo mismo”.
“Es difícil evitar la revictimización, tratamos que sea lo menos traumático posible para la persona. En esa cuestión creo que el sistema judicial está en deuda. Pasar y revivir la historia tantas veces a las personas las termina desgastando; necesariamente se tiene que encontrar alguna forma para que esto no las afecte tanto, e igualmente se pueda dar una respuesta que ellas necesitan”.
Cuenta, además, que hace muchos años, y siendo voluntaria de una ONG, NIDO, que está en Bahía Blanca, aprendió que “no hay que ponerse mal si la situación vuelve a repetirse, si la persona no puede salir del estado en que se encuentra –la persona que es víctima de violencia-; nos enseñaron en las capacitaciones que sí el círculo de la violencia existe. Es una realidad. Pero la decisión la toma la persona.
Uno puede brindarle las herramientas como para que salga adelante, pero la decisión, en definitiva, es personal. Uno lo que tiene que hacer es acompañar y brindarle las herramientas que sean necesarias como para que pueda salir o ver la realidad en la que se encuentra y tomar la mejor decisión personal. Hay que hacer hincapié en la voluntad de esa persona, no quebrantarla para que haga lo que yo le estoy diciendo que haga”.
Consultada en torno a si en el ámbito laboral del sistema judicial se perciben signos de patriarcado, responde que “en el lugar que yo estaba trabajando antes de venir aquí todos los cargos estaban ocupados por mujeres. Cuando yo empiezo a trabajar en el Ministerio Público todas las entrevistas que fui pasando para ocupar los distintos cargos fue en igualdad de condiciones, de manera que no puedo decir que haya habido una preferencia, porque si una es mujer, y demuestra que tiene tanta capacidad como un varón, a la hora de elegir, bueno, ¡yo estoy acá! Y estuve en las mismas condiciones que mis compañeros”.
La Dra. Villagra se desempeña desde hace 5 años al frente de la Ayudantía Fiscal de Coronel Suárez, habiendo tenido a su cargo la instrucción de casos que cobraron notoriedad pública a nivel regional y nacional, con óptimos resultados en el desempeño profesional de tarea.
Una profesional con especialización en violencia de género
A lo largo de estos años Lorena Villagra ha logrado una especialización en lo referido a perspectiva de género, lo que le permitió desde su rol en el servicio de la justicia establecer un nexo con las víctimas y también en el trabajo en red con actores sociales que realizan prevención y promoción de derechos.
El pasado 8 de marzo La Nueva Radio Suárez entrevistó a la Dra. Lorena Villagra por su rol de mujer en el sistema de justicia bonaerense, sabiendo que estaba próxima a ser redestinada a la repartición judicial de su ciudad natal, Punta Alta del distrito de Coronel Rosales.
En aquella oportunidad la funcionaria consideró que “En cierta manera uno logra cierta empatía con estas personas, porque dentro de las tareas que nosotros tenemos que hacer es tomar contacto con las personas que hacen la denuncia. De manera que las tenemos sentadas; tenemos en primera persona el relato de la mujer, o eventualmente el hombre; son poquitos los casos, pero también hay; ahí uno puede detectar con mayor profundidad las cosas que a través de una denuncia no es quizá tan profundo, captar ciertos detalles y tratar de darle las herramientas posibles como para que esta situación por la que está pasando se solucione, pueda salir adelante o se encuentre protegida”.
Agrega también que “es difícil evitar la revictimización. Una de las cuestiones por las que siempre protesto es que, en esta necesidad de contacto con la víctima, para cuando llega acá, ya pasó por muchas personas contando siempre lo mismo”.
“Es difícil evitar la revictimización, tratamos que sea lo menos traumático posible para la persona. En esa cuestión creo que el sistema judicial está en deuda. Pasar y revivir la historia tantas veces a las personas las termina desgastando; necesariamente se tiene que encontrar alguna forma para que esto no las afecte tanto, e igualmente se pueda dar una respuesta que ellas necesitan”.
Cuenta, además, que hace muchos años, y siendo voluntaria de una ONG, NIDO, que está en Bahía Blanca, aprendió que “no hay que ponerse mal si la situación vuelve a repetirse, si la persona no puede salir del estado en que se encuentra –la persona que es víctima de violencia-; nos enseñaron en las capacitaciones que sí el círculo de la violencia existe. Es una realidad. Pero la decisión la toma la persona.
Uno puede brindarle las herramientas como para que salga adelante, pero la decisión, en definitiva, es personal. Uno lo que tiene que hacer es acompañar y brindarle las herramientas que sean necesarias como para que pueda salir o ver la realidad en la que se encuentra y tomar la mejor decisión personal. Hay que hacer hincapié en la voluntad de esa persona, no quebrantarla para que haga lo que yo le estoy diciendo que haga”.
Consultada en torno a si en el ámbito laboral del sistema judicial se perciben signos de patriarcado, responde que “en el lugar que yo estaba trabajando antes de venir aquí todos los cargos estaban ocupados por mujeres. Cuando yo empiezo a trabajar en el Ministerio Público todas las entrevistas que fui pasando para ocupar los distintos cargos fue en igualdad de condiciones, de manera que no puedo decir que haya habido una preferencia, porque si una es mujer, y demuestra que tiene tanta capacidad como un varón, a la hora de elegir, bueno, ¡yo estoy acá! Y estuve en las mismas condiciones que mis compañeros”.
