23/04/2018INSTITUCIONES

El Rotary presentó a Juliette, Hugo y Michele, los tres jóvenes intercambistas que viven desde agosto en nuestra ciudad.

En los próximos meses finalizarán su año de intercambio y regresarán a Bélgica, Francia e Italia, respectivamente.

En la noche del pasado viernes, en la casa rotaria suarense se ofreció una conferencia de prensa en la que fueron presentados tres jóvenes intercambistas que desde el pasado mes de agosto residen en nuestra ciudad, cursando sus estudios secundarios en el colegio FASTA San José.

Para el Rotary Club Coronel Suárez el programa de intercambios representa uno de los mayores desafíos que anualmente se proponen los diferentes presidentes de la entidad bajo la coordinación de Victoria Tzoneff, quién desde varios años es la rotaria encargada de toda la tramitación para recibir intercambistas en nuestra ciudad y enviar jóvenes desde Coronel Suárez al mundo.

Al mismo tiempo que tres jóvenes viven su experiencia de intercambio en nuestra ciudad, tres suarenses se encuentran de intercambio por el mundo: Lautaro Medina en Polonia, Melanie Pitchon y Mateo Alonso en Estados Unidos.

Por su parte las familias de los suarenses recibieron a Juliette Hannaert, de Bélgica, Michele Espósito de Italia y Hugo Zenouda de Francia.

En conferencia de prensa, y con un español muy fluido, los tres jóvenes destacaron la hospitalidad, el buen trato y el sentimiento de “familia” que se vive en Coronel Suárez.

Michele Espósito oriundo de Cerdeña, Italia quien relató divertidas anécdotas de su vida en Coronel Suárez, “llegué hace 8 meses, el 15 de agosto, me hospedé en la casa de la familia Pitchon. Es increíble el sentido de familia que se vive en Coronel Suárez, siempre me hicieron sentir muy bien, cómodo y me siento muy feliz. Realmente aconsejo a todos los chicos que vivan esta experiencia de intercambio porque es maravillosa, porque te hace crecer, ser valiente”.

“Hice hermosas amistades, todos los chicos nos recibieron muy bien, nos integraron, lo que me llevo es el truco, un juego muy divertido, además del mate, el asado, el choripán y principalmente en mi corazón, el sentido de familia que no se vive en ningún lado”.

Al hablar de cómo llegó a nuestro país explicó que “primero puse Brasil pero por suerte me tocó venir acá, este es un país hermoso tuve la oportunidad de conocer Buenos Aires, fuimos con los chicos a Mar del Plata, a Tres Arroyos y Bahía Blanca con mi equipo de básquet de Blanco y Negro, a Monte Hermoso, Sierra de la Ventana, Córdoba; estoy re feliz de estar acá, faltan pocos días así que voy a disfrutar lo que queda, me quedaría a vivir en Argentina”.

“No tengo nada que decir malo de la Argentina, sobre todo con las chicas hermosas que tienen”, finalizó el joven italiano.

Por su parte Hugo Zenouda de Francia llegó a la Argentina el 16 de agosto y comentó que nuestro país fue también, al igual que el italiano, su segunda opción de intercambio, primero eligió Estados Unidos.
“Por suerte me tocó Argentina, porque la gente de Estados Unidos es muy distinta que acá. Aprendí lo que significa la verdadera amistad, ustedes valoran mucho la amistad, están siempre cerca, se ayudan, tienen buena onda y me recibieron muy bien en todas las familias que me recibieron”, afirmó.

Al hablar del idioma español, reconoció que le costó bastante pese a que había estudiado 4 años antes de su intercambio “se ve que no era buen alumno”, aseguró entre risas y agregó “cuando salí del aeropuerto me llamó la atención la ciudad, los autos que son muy diferentes de los que se ven en Europa, la amabilidad de las personas. Al principio hablaba con señas, pero gracias a mis amigos aprendí rápido el idioma”.

“Me llevo hermosos amigos, vivir el intercambio es muy lindo porque encontrás personas muy buenas, y eso te produce tristeza de pensar que quizás no nos volvamos a ver, por eso voy a disfrutar hasta el último día porque los argentinos son todos increíbles”.

Al hablar de la gastronomía el joven francés prefiere la “chocotorta y el asado argentino, sumado al dulce de leche y el mate; me ha gustado todo de Argentina”.

A su turno, Juliette Hannaert de Bélgica recordó sus primeras horas en el país, donde vivió en el campo de la familia Schwindt, con quien vivió durante 4 meses y destacó el amor recibido por esa familia que hizo todo y más para que se pudiese comunicar ya que ignoraba absolutamente el idioma español.

“Mis compañeros de colegio hablan muy bien ingles entonces al principio me comuniqué así, y con la familia Schwindt aprendí mucho más allá del idioma, recorrimos la Argentina, aprendí de la cultura y sobre todo del sentido de familia”, destacó.

“En dos meses vuelvo a Bélgica para empezar la universidad en septiembre, voy a estudiar Medicina. Conocí un montón de gente y me llevó una experiencia maravillosa porque no solo te reconoces a vos mismo, sino que creces, valoras muchas cosas. Tengo recuerdos hermosos que guardaré para toda la vida”.

“Yo elegí Argentina como primera opción para intercambio”, afirmó orgullosa la joven de Bélgica, que comentó que deseaba conocer Sudamérica y Argentina se le presentó como el país más parecido a Europa.

“Tiene lugares hermosos, sobre todo la zona del norte del país es bellísimo”, afirmó.

Al ser consultada sobre qué sabía de la Argentina, la joven de Bélgica dijo “el país es famoso por la carne, el tango y la amabilidad de la gente”.

“Me encanta la tranquilidad y cómo disfrutan de cada momento en familia, se toman su tiempo para un almuerzo familiar, se miran a los ojos, hablan; yo soy una persona que vive planificando el mañana y muchas veces no me detengo en disfrutar el presente”, reflexionó

Finalmente, como cierre, el presidente del Rotary suarense, Emanuel del Corro, señaló que “la experiencia de estos jóvenes de intercambio, como así también de nuestros chicos que se encuentran en estos momentos en países del extranjero, dan cuenta del éxito del programa que desde hace muchos años el Rotary Club lleva adelante en todo el mundo”.

“Quiero destacar la buena actitud de los tres jóvenes, su simpatía, su apertura para la comunidad, porque si bien tienen una familia responsable de cada uno de ellos, están lejos de sus hogares y deben adaptarse a la nueva realidad; ellos llenan el club de vida, alegría y entusiasmo”.

Posteriormente, del Corro explicó que "del programa de intercambio pueden participar jóvenes entre 15 y 17 años, para ello pueden acercarse al club para inscribirse, una vez cumplimentada la ficha necesaria, les solicitan la presencia en el distrito al que pertenecemos donde se hace una preselección donde pesa el promedio escolar de cada joven. El intercambio se prepara con un año de anterioridad, por lo general cuando un chico se va de intercambio, viene otro que debe ser recibido por la familia del joven que se fue que los albergan durante un año”.

Además, adelantó que en los últimos días surgió la posibilidad de un lugar para intercambio corto de agosto a noviembre, para dos mujeres a Oregón Estados Unidos y Alemania, por lo que invitó a las interesadas a inscribirse.