21/05/2018ESPECTACULOS

Piquín en una combinación exacta: boleros y tangos. Elegancia y sensualidad.

Un homenaje a Maria Marta Serra Lima. Final ovacionado. Un vestuario impactante, elegante, sucesivos cambios y un cantor de tangos impecable. Espectacular. Un final a pura milonga y en gran pantalla sobre el fondo del escenario la imagen de Maria Marta Serra Lima.

En una noche soñada se presentó Hernán Piquín en la sala del Teatro Italia el sábado, acompañado de grandes figuras, encabezadas por la primera bailarina Daiana Chorni, seis bailarines destacadísimos y Agustín Fuertes, un cantante de lujo, para recorrer 26 canciones a lo largo de un espectáculo de alta jerarquía.

Fueron desfilando los boleros y los tangos más famosos para conformar un show que cuenta con la idea y dirección general de Hernán Piquín, en cuyo escenario hubo un recorrido por ese mundo tan particular donde la danza se enlaza con imágenes en videos sobre el fondo del escenario, vestuario excepcional, coreografías, luces y sonidos, razón por la cual los aplausos del final corroboraron el prestigio del espectáculo, la trayectoria de un grande de la danza que nuevamente volvió a lucir sobre el escenario del Teatro Italia.

La platea fue escasa, no estuvo acorde en cuanto a la cantidad de público a la calidad de la propuesta, seguramente por la situación económica actual y la superposición de espectáculos. Recordemos que en la semana hubo tres sucesivos en la misma sala y quizás Hernán Piquín, que mantiene una vigencia absoluta en todo sentido, no aparece por ahora en las pantallas de la tele y por eso también haya contribuido a esta ausencia de público.

No obstante, el espectáculo fue brillante absolutamente diferente de las propuestas anteriores, con un sabor tanguero donde las seis parejas que acompañan a Piquín y su pareja marcan un estilo y una destreza donde elegancia, sensualidad y buen gusto ponen en escena diversos cuadros que alternan con la prestancia del interprete cantor, todo lo cual conforma una sucesión rítmica y ágil de casi una hora y media que no se agota, mantiene atrapada a la platea que interrumpe constantemente con sus aplausos sostenidos en cada interpretación.

Un final a pura milonga, luego el tributo con el público de pie rindiendo homenaje a la gran Maria Marta Serra Lima con su imagen que se repite una y otra vez sobre la pantalla con el elenco aplaudiendo sobre el escenario y el público en la platea para luego la despedida y la ovación final.

Era imposible no emocionarse ante semejante despliegue, la elegancia de las seis parejas que conformaron el elenco de primeras figuras y luego la estampa imponente de Hernán Piquín que solo llena todo el escenario y una primera bailarina que se mueve en la escenografía casi suspendida sobre el aire como si fuera verdaderamente un ángel transformándose en el partenaire ideal para esta primera figura que visito la ciudad este último fin de semana.

Conmovedor, impecable en cuanto al montaje, sin un instante de pausa, solo breves apagones que marcan el ritmo del espectáculo, absolutamente diferente de las propuestas anteriores.

Piquín aparece sorprendente sobre el escenario en la apertura del espectáculo con su bienvenida al público y algunas recomendaciones, como guardar los celulares y al final reitera, micrófono en mano, su agradecimiento al público y su reiterado, “Gracias por venir”.