23/06/2018EDUCACION

El Centro Educativo Complementario agasajó a la Docente Patricia Morales al recibir la merecida jubilación.

Un cálido acto de toda la comunidad educativa. Se despidió señalando: “me llevo de todos muchos mimos, abrazos, besos, pero por sobre todo me llevo un poquito de todos ellos en mi corazón. En este momento este paso no es fácil, pero sé que ahora me espera lo mejor, el disfrutar con mi familia y amigos. No voy a decir chau, sólo diré muchas gracias a todos y hasta pronto”.

El acto protocolar de jubilación contó con una emotiva entrada de los alumnos de Patricia Morales, quien se desempeñó como docente durante 35 años, de los cuales más de 25 transcurrieron en el CEC. Su trayectoria empezó en el viejo edificio de Avellaneda, cuando el CEC estaba recientemente inaugurado.

El homenaje contó con la puesta en escena de una obra de teatro protagonizada por las colegas de Morales, en donde representaban sus mejores atributos como docente: el cuidado de los niños, la insistencia en educarlos y el compromiso con la institución.

También las docentes del CEC cantaron al unísono varias canciones inventadas por ellas y dedicadas a Morales, quien además recibió numerosos obsequios por parte de la comunidad educativa. Al finalizar tuvo lugar un ágape con una torta especial y gaseosas.

La Directora del Centro Educativo Complementario, Liliana Treser, leyó el primer y último informe que resumió la trayectoria de la docente jubilada. A su vez Treser expresó que “destaco el constante compromiso con la institución y su labor diaria en el aula, a través del tiempo se fue adaptando a los cambios del sistema educativo, pero siempre teniendo como prioridad a los niños. Valoro ese amor de madraza con cada uno de sus grupos. Compositora de canciones para cada evento, pendiente de todo lo que sucede en la institución, siempre ofrece su ayuda y jamás duda en disponer de su tiempo cuando la institución lo requiere, siempre apuesta al trabajo en equipo”.

A su turno, la homenajeada sostuvo que “formo parte de la historia, siendo la primera maestra titular y acompañé en el crecimiento de esta institución. Tendría para contar muchos acontecimientos que hicieron que yo aquí no encontrara compañeras de trabajo, sino grandes hermanas de corazón; esas hermanas con las que sabes que siempre podés contar, esas hermanas con las que queres compartir todo y de las cuales necesitas una palabra o un abrazo. Yo deseo que nuestro lazo siga, porque las necesito”.

Patricia Morales agradeció a Dios, a sus padres, a sus compañeras, a sus hijos, a su compañero de ruta y a los papás de los niños, que confiaron en ella y la apoyaron para compartir la ardua tarea de educar a sus hijos. Y, por último, les agradeció a los niños, “que han sido mis hijos prestados, a quienes he querido dejarles como enseñanza que siempre se puede, que hay que luchar por lo que se desea, que nada es imposible si le ponen esfuerzo y amor”.

Y concluyó: “me llevo de todos muchos mimos, abrazos, besos, pero por sobre todo me llevo un poquito de todos ellos en mi corazón. En este momento este paso no es fácil, pero sé que ahora me espera lo mejor, el disfrutar con mi familia y amigos. No voy a decir chau, sólo diré muchas gracias a todos y hasta pronto”.