01/04/2017COMERCIO

Casa Wagner cumplió 75 años de vida comercial en la ciudad.

Un clásico de todos los tiempos. Es el comercio de indumentaria más antiguo de Coronel Suárez.

Tres generaciones para sumar en total 75 años de actividad comercial. Es el comercio de indumentaria de mayor antigüedad. Nació como sastrería, en Mitre y Lavalle, de la mano de José Wagner, que había aprendido el oficio a muy temprana edad.

Hoy Casa Wagner es llevada adelante por los nietos de José, Ricardo Javier (Chori, en realidad, apodo con el que todo el mundo lo conoce) y por Claudio. Pero seguidos de cerca por Ricardo Wagner, el hijo de José.

Estos son algunos de los recuerdos de todos estos años transcurridos, que vienen aflorando mucho en las conversaciones familiares en estos últimos tiempos, y por supuesto este sábado 1º de abril cuando se cumple el aniversario.

“Recuerdo que mamá y papá trabajan mucho. Mamá lavaba la ropa del Hotel Corec, y lavaba los trajes de los viajantes. Esa fue la primera etapa”, recuerda Ricardo Wagner sobre Elisa y José.

“El negocio nació en el año 1942, cuando a mi padre lo cesanteaban de Casa Mauri, donde trabajaba como primer oficial en esa sastrería. Papá primero aprendió el oficio de sastre con su cuñado, Juan Schimmel, que estaba en Arroyo Corto. Le enseñó Mauri padre, en tiempos en que los trajes se hacían a medida. No se conocía la fabricación en serie que hay ahora”.

¿Quien podía tener el traje a medida?: “en realidad todo el mundo tenía por lo menos un saco. Se usaba el saco para todo. La gente iba a la cancha de fútbol con saco por lo menos, cuando no con traje. En el cine, hasta nosotros, cuando íbamos a matinee, ronda o noche no nos dejaban entrar sin saco”, recuerda Ricardo Wagner.

Por supuesto que recuerda a todos los que pasaron por Casa Wagner: “trabajó primero con nosotros Alberto Grisman y Lancidel. Fueron los primeros ayudantes que tuvo papá en Mitre y Lavalle, donde nació Casa Wagner. Después trabajó mi hermana ‘Chochi’ ayudando, luego Elvira. También estuvimos con ‘Pepe’ un montón de años juntos, tirando parejo”.

“Agradecemos a toda la gente que ha trabajado con nosotros todos estos años. La gente de sastrería, vendedores, gente que nos ha dado una mano”.

Hoy en día la firma, con una estética moderna y clásica, en su estructura edilicia, garantiza a toda su clientela de años y a los nuevos que las marcas más renombradas y la mejor calidad están en cada una de las prendas.

“Con Claudio”, dice Javier, “queremos mantener el negocio de la familia. Con esa idea nos hicimos cargo junto con papá. Poniéndole ganas a pesar de las vicisitudes de nuestro país. Hace 25 años que estamos trabajando y a cargo 10, 12 años. Para los 75 años de historia que tiene el negocio es muy chiquito, pero tratando de hacer nuestro aporte. Aquí hay una cosa familiar, es un orgullo poder continuar con la firma”.