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02/04/2017 • CIUDAD
Rubén Rowhein, un soldado que sigue construyendo la nación.
“Si todos hiciéramos lo que nos corresponde en el lugar que ocupamos este país estaría mejor”.
Este año se están cumpliendo 35 años de la Guerra de Malvinas. Rubén Rowhein es uno de los ex Combatientes de Coronel Suárez.
Partió el 28 de marzo como veterano del Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. Como todos no sabían hacia dónde iban, quizá algunos lo sospechaban. Su destino les fue revelado una vez iniciado el viaje.
Como cada 28 de marzo los soldados que integraron el Batallón de Comunicaciones se reunieron en Bahía Blanca. Aún a 35 años del suceso es un momento emotivo. Los abrazos que se brindan unos a otros guarda la seguridad de tener en común una historia de la que fueron protagonistas.
“Estamos todos un poquito más viejos” dice riéndose Rubén Rowhein, y agrega que este 28 de marzo “volvimos a tener un encuentro, el noveno reencuentro de nuestro Batallón. Estuvo muy lindo, porque hubo cuatro oficiales, tres de ellos nunca más los había visto, por lo que estuvo bueno”.
Si bien es difícil de poner en palabras lo que pasa por el corazón en cada oportunidad en la que vuelven a verse, “es algo muy emotivo, porque uno siempre se acuerda del otro. Hay gente que está a muchos kilómetros y si bien el contacto a través de las redes sociales existe, no es lo mismo. Si pudieran ver los abrazos que nos damos se darían cuenta de lo que se comparte. Situaciones difíciles que son parte del recuerdo, de lo que nos tocó vivir. Lo bueno es que los que todavía podemos disfrutar de estos momentos tenemos que disfrutarlos verdaderamente, juntarnos, charlar, de eso se trata”.
Han pasado 35 años, sumándole los 18 que la mayoría de los soldados tenían al momento de la guerra, representan mucho tiempo transcurrido.
“Lo que veo es que de a poquito se está apagando el sentimiento malvinero. Cada vez es menos, se habla menos. Hoy se habla de sacar los cuerpos. Hay muchas cuestiones políticas de por medio, que me parece que eso hace a que la causa Malvinas entre un poco a desaparecer con el tiempo. Salvo en las escuelas, que es el único lugar en el que se habla. Nosotros cada vez nos estamos poniendo más grandes”.
Consultado en torno a lo que sucedió al regreso de la comisión que había viajado a Malvinas, encabezada por Pérez Esquivel, donde hubo una recriminación de los familiares de los caídos en combate en el sentido que estos muertos, muchos NN, no son los mismos NN que los desaparecidos por la dictadura militar, dijo Rubén que “para mí se politizó demasiado. Yo conozco gente que perdió su hijo, que su hijo está enterrado en las Islas y eligió una tumba, un NN, y para ellos ahí está su hijo. Cada vez que van se abrazan a la tumba que eligieron. Me parece que este tema es muy complejo; creo que la Comisión Nacional de Familiares de los Muertos en Malvinas tiene que dar su opinión. Madres, esposas, hijos, ver qué es lo que piensan. Repatriarlos al continente implicaría ceder en soberanía. Soy muy nacionalista y lo veo así”.
En el final de la nota una interesante reflexión, con la humildad que caracteriza a este ex Combatiente de Malvinas y con sobrada autoridad, por esto mismo, para hacerlo: “en lo personal me sigo sintiendo soldado. Esto implica una responsabilidad, llegar a horario, cumplir con lo que tengo que hacer, estar predispuesto y ser responsable, más que nada, ¿no?”.
¿La Nación la construye cada uno, desde el lugar que ocupa?, fue la pregunta. Y la respuesta de Rubén Rowhein, sin duda alguna, fue “estoy convencidísimo. Si cada uno haríamos lo que tenemos que hacer sería muy distinto. Uno va a cualquier oficina pública, y hasta que te atienden… tendrían que estar predispuestos, porque nosotros pagando nuestros impuestos nos estamos pagando nuestro sueldo. A mí me parece que tiene que haber más predisposición, más que nada de los empleados del Estado, me incluyo porque formo parte de esto, yo acá lo veo. Si cada uno haría lo que tiene que hacer, desde el rol que nos corresponde, no tengo dudas que este país sería otro”.
Al preguntarle cómo le gustaría la conmemoración de este próximo 2 de abril, responde: “respetando a aquellos que no pudieron volver”.
Partió el 28 de marzo como veterano del Batallón de Comunicaciones 181 de Bahía Blanca. Como todos no sabían hacia dónde iban, quizá algunos lo sospechaban. Su destino les fue revelado una vez iniciado el viaje.
Como cada 28 de marzo los soldados que integraron el Batallón de Comunicaciones se reunieron en Bahía Blanca. Aún a 35 años del suceso es un momento emotivo. Los abrazos que se brindan unos a otros guarda la seguridad de tener en común una historia de la que fueron protagonistas.
“Estamos todos un poquito más viejos” dice riéndose Rubén Rowhein, y agrega que este 28 de marzo “volvimos a tener un encuentro, el noveno reencuentro de nuestro Batallón. Estuvo muy lindo, porque hubo cuatro oficiales, tres de ellos nunca más los había visto, por lo que estuvo bueno”.
Si bien es difícil de poner en palabras lo que pasa por el corazón en cada oportunidad en la que vuelven a verse, “es algo muy emotivo, porque uno siempre se acuerda del otro. Hay gente que está a muchos kilómetros y si bien el contacto a través de las redes sociales existe, no es lo mismo. Si pudieran ver los abrazos que nos damos se darían cuenta de lo que se comparte. Situaciones difíciles que son parte del recuerdo, de lo que nos tocó vivir. Lo bueno es que los que todavía podemos disfrutar de estos momentos tenemos que disfrutarlos verdaderamente, juntarnos, charlar, de eso se trata”.
Han pasado 35 años, sumándole los 18 que la mayoría de los soldados tenían al momento de la guerra, representan mucho tiempo transcurrido.
“Lo que veo es que de a poquito se está apagando el sentimiento malvinero. Cada vez es menos, se habla menos. Hoy se habla de sacar los cuerpos. Hay muchas cuestiones políticas de por medio, que me parece que eso hace a que la causa Malvinas entre un poco a desaparecer con el tiempo. Salvo en las escuelas, que es el único lugar en el que se habla. Nosotros cada vez nos estamos poniendo más grandes”.
Consultado en torno a lo que sucedió al regreso de la comisión que había viajado a Malvinas, encabezada por Pérez Esquivel, donde hubo una recriminación de los familiares de los caídos en combate en el sentido que estos muertos, muchos NN, no son los mismos NN que los desaparecidos por la dictadura militar, dijo Rubén que “para mí se politizó demasiado. Yo conozco gente que perdió su hijo, que su hijo está enterrado en las Islas y eligió una tumba, un NN, y para ellos ahí está su hijo. Cada vez que van se abrazan a la tumba que eligieron. Me parece que este tema es muy complejo; creo que la Comisión Nacional de Familiares de los Muertos en Malvinas tiene que dar su opinión. Madres, esposas, hijos, ver qué es lo que piensan. Repatriarlos al continente implicaría ceder en soberanía. Soy muy nacionalista y lo veo así”.
En el final de la nota una interesante reflexión, con la humildad que caracteriza a este ex Combatiente de Malvinas y con sobrada autoridad, por esto mismo, para hacerlo: “en lo personal me sigo sintiendo soldado. Esto implica una responsabilidad, llegar a horario, cumplir con lo que tengo que hacer, estar predispuesto y ser responsable, más que nada, ¿no?”.
¿La Nación la construye cada uno, desde el lugar que ocupa?, fue la pregunta. Y la respuesta de Rubén Rowhein, sin duda alguna, fue “estoy convencidísimo. Si cada uno haríamos lo que tenemos que hacer sería muy distinto. Uno va a cualquier oficina pública, y hasta que te atienden… tendrían que estar predispuestos, porque nosotros pagando nuestros impuestos nos estamos pagando nuestro sueldo. A mí me parece que tiene que haber más predisposición, más que nada de los empleados del Estado, me incluyo porque formo parte de esto, yo acá lo veo. Si cada uno haría lo que tiene que hacer, desde el rol que nos corresponde, no tengo dudas que este país sería otro”.
Al preguntarle cómo le gustaría la conmemoración de este próximo 2 de abril, responde: “respetando a aquellos que no pudieron volver”.
