21/04/2017CIUDAD

Doña Camila Gaitán cumple 100 años este sábado.

Con toda la energía se prepara para la celebración.

No parece que tiene esa edad, ni de rostro, muy luminoso, ni por energía, ya que es poseedora de una dinámica desbordante, vivaz y muy alegre. Solamente sus piernas dan un poco cuenta de sus años, sólo un poco, por lo que sabe que no puede salir al patio a tender la ropa, por el riesgo de caerse. Claro que eso no la priva de ¡lavarse ella misma su ropa!: prende el lavarropas y luego se encarga de centrifugarla y colocarla en el tender, en el interior de la casa.

Cose su propia ropa y lo cuenta con la mayor de las lógicas: “me achico los pantalones que me quedan grandes, les arreglo la cintura, levantándosela, también arreglo alguna cortina que se ha desgarrado por los años” cuenta Camila Gaitán, mientras la pedicura que vino a su casa a arreglarle los pies ceba un mate para darnos lugar a realizar la entrevista.

Es que, coqueta incansable, quiere lucir muy bien, de la cabeza a los pies, el próximo sábado, cuando familiares, conocidos y amigos se reúnan para celebrar estos 100 años que ese día estará cumpliendo.
Para coser esta abuela utiliza una máquina a pedal, que está transformada en una máquina eléctrica, mientras sigue extrañando a su vieja máquina Aurora, con la que aprendió a coser, desde muy chica, bajo las enseñanzas de una tía.

Nació en Arroyo Corto, su familia luego se vino a vivir a Coronel Suárez. Ella estuvo viviendo muchos años en Buenos Aires y desde hace un buen tiempo vive en Santa Trinidad.

Camila ¡se cocina!, y aunque muchas veces manda a comprar comida a una rotisería, en realidad dice que la que ella elabora le gusta mucho: ñoquis de papa, comidas con salsa, empanadas fritas (es que explica, no quiere ensuciar el horno).

No tuvo hijos, pero a falta de hijos y nietos Dios le dio muchos sobrinos en compensación. Y también cuenta con la colaboración inestimable de la gente que la quiere bien, como es el caso de Nelly, “está siempre dispuesta a la voz de aura”, dice; o de Ariel, “el otro día me había caído, lo llamé y le dije ‘Ariel, vení, que estoy tirada en el piso’. Me dijo ‘espera que voy a dejar los pasajeros (es taxista) y luego voy a levantarte’. Tengo gente que me cuida mucho”.

Para este sábado Camila Gaitán tendrá preparada una gran torta para celebrar los 100 años de vida, esperando la presencia y la visita de toda la gente que la conoce.